Violencia ultra
Agentes de Scotland Yard se desplazan a Madrid para la final de la Champions
Preocupa la llegada de hasta 20.000 aficionados sin entrada
Preocupa la llegada de hasta 20.000 aficionados sin entrada
Hoy llega a Madrid una delegación de expertos de Scotland Yard en violencia deportiva con el fin de preparar, junto con sus colegas españoles, el dispositivo de seguridad para la final de la Champions, que se disputará el sábado en el Estadio Metropolitano entre dos equipo ingleses, el Tottenham y el Liverpool, según han informado a LA RAZÓN fuentes policiales.
Los agentes británicos van a aportar datos sobre los grupos de hinchas de ambas aficiones considerados como más violentos y que consta que ya tienen comprado los billetes (y en muchos casos reservado el alojamiento) para venir a Madrid.
Se trata de aficionados que viajan con entrada para poder asistir in situ al encuentro futbolístico, pero entre ellos hay sujetos conocidos por sus actitudes violentas, sobre todo después de ingerir grandes cantidades de alcohol.
El problema está en los que van a viajar a la capital de España sin entrada y que, en el caso más “favorable”, serían unos 10.000, cifra que se puede disparar hasta los 20.000, en la opción más preocupante.
Como ocurrió con la final de la Copa Libertadores, se tratará de que ambas hinchadas permanezcan en las zonas que se asignarán convenientemente y en las que podrán disfrutar con otros aficionados hasta la hora del partido.
Un problema añadido, según las citadas fuentes, es que ya desde mañana hay previstos actos festivos, conciertos y quedadas para beber en determinados lugares. Los agentes hacen un seguimiento de las redes sociales para que no haya sorpresas.
El día considerado como “crítico” es el viernes, sobre todo a partir de media tarde, cuando gran parte de los aficionados se encuentren ya en Madrid. Hay previstos diversos actos, que pueden ser multitudinarios y que, por lo tanto, habrá que vigilar para evitar altercados o situaciones irreparables.
Además, con la perspectiva de una noche para “dormirla” (la posible ingesta de alcohol excesiva), se teme que algunos aficionados beban en abundancia, con lo que eso conlleva de que se generen situaciones violentas de todo tipo.
Se vigilará de forma especial que nadie porte armas blancas, dada la escalada de acuchillamientos que vive Inglaterra, y, al que se sorprenda con uno de estos utensilios, no se le sancionará con los 300 euros de rigor, sino que se le aplicará la Ley del Deporte, con multas a partir de 3.000 euros.
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