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Alonso y la ruina del hijo del jefe

La diferencia de rendimiento entre el piloto español y Lance Stroll inquieta en Aston Martin. La distancia entre ambos en una escudería de las top no se ha visto en la historia del Mundial

Fernando Alonso celebra la segunda plaza en el último Gran Premio
Fernando Alonso celebra la segunda plaza en el último Gran PremioFlorent GoodenAFP7 vía Europa Press

Decía Fernando Alonso al terminar el Gran Premio de Mónaco, en el que finalizó en segunda posición, que en las temporadas 2010 y 2012 no fue el más rápido, pero se ocupó de ser el más regular y llegar al último asalto de la temporada con posibilidades de optar al título. Algo que finalmente no se consumó. En 2023 mantiene la misma línea. Máxima regularidad hasta donde le permite el coche y podio tras podio ya se encuentra con 93 puntos frente a los 144 de Verstappen, líder del Mundial. La diferencia parece muy grande, pero si el holandés tuviera algún problema de fiabilidad o sufriera algún inconveniente en las dos siguientes carreras (50 puntos al ganador), Alonso podría ponerse a su altura si todo saliera de cara. Con el mismo Red Bull, Sergio Pérez apenas tiene 12 puntos más que el asturiano. El primer sorprendido por todo esto es el propio Alonso, al igual que su equipo, Aston Martin, que no esperaba tener un rendimiento tan bueno en 2023.

Ya se han disputado seis carreras y escuderías como Ferrari y Mercedes tienen poco margen de mejora. Es cierto que la suspensión del Gran Premio de Emilia Romaña, un circuito convencional donde muchas escuderías tenían previsto introducir algunas mejoras y evoluciones, trastocó los planes y debieron posponer esto a la próxima carrera, que se celebra este fin de semana en Barcelona. Ahí se despejarán dudas.

Para que un equipo gane el Mundial de Pilotos y de Constructores no solo debe tener un buen coche y un gran piloto. Hay cientos de detalles que pulir y en todos los departamentos, porque la Fórmula Uno es una disciplina donde las diferencias se miden en milésimas y para avanzar más que los rivales hace falta mucho desarrollo.

Hoy, Aston Martin tiene un buen director técnico, un buen piloto, un buen jefe de equipo, pero por debajo no es oro todo lo que reluce. Empezando por el segundo piloto. Lance Stroll suma 27 puntos y Alonso, 93. ¿Es mal piloto el hijo del propietario de la escudería británica?

Puede que merezca estar en la F-1, pero tras seis temporadas su sitio es una escudería de mitad de tabla hacia abajo, no en la élite como está ahora Aston Martin. Tiene una media en trayectoria profesional de 1,7 puntos por carrera frente a los casi seis que tiene el piloto español, que, al margen de esto, ha demostrado este curso que Stroll lo único que puede hacer con él es aprender. No se espera que el canadiense, hijo del máximo accionista de la escudería, pueda ayudarle en algún momento de la temporada.

Es ya un clásico que los compañeros de Alonso queden siempre por detrás, a excepción de Ocon el pasado año y Button en la etapa más negra de McLaren cuando no supieron gestionar la unidad de potencia de Honda. En 2010, cuando Alonso luchó en Ferrari por el título en la última carrera de Abu Dabi, aventajó a su compañero Massa en 108 puntos y en 2012 la diferencia se fue hasta 156. Con un buen vecino de box, los rivales igual no hubieran sumado tantos puntos. En 2010, el campeón fue Vettel y solo aventajó a su compañero Webber en 14 puntos.

Ferrari es una escudería que lo tiene todo para ganar, pero le faltan algunos detalles que hacen que la maquinaria no sea perfecta. Aston Martin lo tiene todo para serlo, pero todavía le quedan muchos aspectos en los que mejorar. Tiene en marcha una nueva factoría en la que mejorar sus procesos y también ha proyectado un nuevo túnel de viento en el que probar todas las novedades aerodinámicas. Todo eso está muy bien, pero se necesitan años para alcanzar un título. Red Bull empezó de la misma forma en 2005 y no fue hasta 2010 cuando conquistó su primer título con Sebastian Vettel.

Además, ahora existe un control exhaustivo del presupuesto, que ya no es libre como en aquel tiempo eso incluye también las horas de túnel de viento y otros aspectos que delimitan el desarrollo del monoplaza para intentar igualar al máximo el rendimiento de los equipos. Está en el buen camino, pero en los próximos años puede que ya no estén solos en su lucha con Red Bull, ya que otros como Mercedes o Ferrari siempre pueden llegar.