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Atletismo

La anomalía de Ingebrigtsen: el rey del fondo nunca ha sido campeón del mundo de 1.500, su prueba preferida

El mito noruego busca en el Mundial de Nanjing el oro que le falta, en una final en la que estarán Mariano García y Adrián Ben. Antes, hoy, quiere ser otra vez campeón de los 3.000

Ingebrigtsen se metió en la final del Mundial de Nanjing ASSOCIATED PRESSAP

«Los 1.500 son mi prueba principal y mi favorita, aunque también participe en los 5.000 y los 3.000, siempre que no afecten al 1.500», admite Jacob Ingebrigtsen en una entrevista con varios medios, entre ellos «Efe». El noruego es el dios del fondo desde hace años, el hombre que ha doblegado hasta a los africanos, y al kilómetro y medio lo califica como la «Fórmula 1» del atletismo, pero también es la distancia que se le queda un poco corta, con perdón; en la única en la que los rivales le han encontrado algún resquicio.

Porque el rey, el hombre que amenaza seriamente el récord del mundo al aire libre, los 3:26.00 que logró Hicham El Guerrouj en 1998 (él tiene 3:26.73, cuarto mejor registro de la historia), nunca ha sido campeón del mundo en su distancia fetiche, ni a cielo descubierto ni «indoor». Parece increíble, pero es así, y en 2025 espera ponerle fin por partida doble, en verano en Tokio y este fin de semana en Nanjing, China, donde se está disputando el Mundial que se tenía que haber celebrado en 2020, y que la pandemia paró. Estará escoltado el nórdico por dos españoles, Mariano García y Adrián Ben, reputados ochocentistas que esta vez han subido la distancia y que se plantaron en la final de mañana (13:15 horas en España, puede verse en Teledeporte), por caminos diferentes.

Adrián Ben y Mariano García, a la final

Se clasificaban los dos primeros de cada una de las cuatro series y sólo uno por tiempos, entre todas. Ben disputó la primera e hizo la mejor marca de su vida (3:36.95), pero «sólo» le dio para ser tercero, por dos milésimas respecto al estadounidense Prakel. El esfuerzo fue grande, incluso sufrió una pájara de la que le costó recuperarse, atendido por los fisios, tumbado en el suelo, con hielo en la cara, pero feliz al comprobar que ninguno de los terceros de las otras tres carreras fue más rápido que él, ni mucho menos.

Especialmente lenta fue la última, en la que estaba Mariano García, que se quedó rezagado al comienzo, a la expectativa. «He tenido la paciencia que otras veces no tengo», admitió. «Y escuchaba a Peiró [Pepe, el seleccionador] decirme: ‘‘Sigue ahí’’». Y los metros pasaban y el murciano aguantaba, se contenía, hasta que a los 1.000 aceleró y después en la última vuelta ya lo dio todo porque sabía que «esta gente [sus rivales] iban a venir como locos». Pero a Mariano, un ochocentista, le llevaron de paseo y aprovechó su velocidad para imponerse con claridad. «Somos dos españoles, y aquí con mi amigo portugués Nader [que quedó detrás de él y estaba a su lado en la entrevista post carrera], esperamos disfrutar de la final de los hispanos contra Jacob», lanzaba el desafío García.

El palmarés de Ingebrigtsen, espectacular

Un reto mayor, porque el momento de Ingebrigtsen parece que ha llegado. Si se miran sus últimas participaciones en grandes citas, abruman los resultados. En Europeos al aire libre, doblete de oros, en 1.500 y 5.000, en los tres últimos, desde 2018 a 2024 (en 2020 no se disputó por el covid); y en pista cubierta, casi lo mismo en las cuatro ediciones recientes, en 1.500 y 3.000, salvo el «milqui» de Glasgow 2019, donde fue plata. En Juegos Olímpicos, fue primero en 1.500 en Tokio 2020, la única prueba en la que estuvo; y ganó el 5.000 en París 2024, año en el que sí hizo doblete, pero su estrategia en el 1.500 de la capital de Francia fue fallida, tiró desde el principio pensando que iba a reventar a sus oponentes, pero le aguantaron (se corrió muchísimo) y al final le superaron, hasta dejarle fuera del podio que fue ocupado por Hocker, Kerr y Nuguse (todos bajaron de 3:28, récord olímpico, récord de Gran Bretaña y mejor marca personal, respectivamente). Es la misma táctica que le condenó en los Mundiales al aire libre de Eugene 2022 (superado al final por Wightman) y en los de Budapest 2023, vencido por Kerr, su némesis, con el que ha tenido varios cruces de palabras. En estos dos campeonatos sí logró ser campeón en el 5.000.

Su única participación en el Mundial bajo techo había sido en 2022 (en 2024 se lo perdió por lesión), y quedó segundo en el 1.500, otra vez de la misma manera, después de haberse desgastado mucho, para ser rebasado por el etíope Tefera en la última recta. Queda demostrado: alguna vez pierde en el «milqui».

En el Europeo de Apeldoorn, Jacob logró el doblete de otra manera, lo mismo que está mostrando en Nanjing. Empieza detrás, no quiere saber nada de nadie, sin codazos ni empujones, y llegado un momento aprieta, y luego tira de forma definitiva. Así superó su semifinal y se espera que haga algo parecido mañana en el final. En medio, hoy (12:33 horas), también buscará la gloria en el 3.000.