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Movistar Estudiantes, cuando el ascenso es una obligación

El equipo madrileño debuta este fin de semana en la LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto español. “Somos favoritos, lo piensa la gente y también nosotros”, dice Jota Cuspinera, técnico colegial

Jota Cuspinera, entrenador del Movistar Estudiantes
Jota Cuspinera, entrenador del Movistar EstudiantesJuan PelegrinMovistar Estudiantes

«Pero entonces vamos a subir seguro», se escucha a los más pequeños en los pasillos del Ramiro de Maeztu en una pretemporada inédita para el Movistar Estudiantes. Este fin de semana, por primera vez en sus 73 años de historia, va a jugar en la LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto español. Del Madrid, Barça o Baskonia al Melilla, Palencia, Valladolid o Almansa. Jota Cuspinera (28-4-1970, Guecho) sigue como entrenador después del adiós a la Liga Endesa. Lleva toda la vida, desde principios de los noventa, como técnico en el club. «No me hubiera creído en la época que llegué que podríamos dejar de estar en la ACB, pero en los últimos diez años sí. Es la primera vez que se ejecuta el descenso, pero deportivamente ha habido en este periodo tres descensos y medio. Lo del medio es porque probablemente nos salvó la pandemia. Son cuatro descensos en diez años. Ahora el reto es volver a la Liga ACB y en eso estamos», comenta con la mente puesta en el estreno el domingo (12:30) en el WiZink Center ante el Força Lleida.

El club es novato en la categoría, su entrenador también y buena parte de los jugadores tampoco saben lo que es jugar en la segunda división del baloncesto español. «Yo soy el que tiene que decir lo que nos vamos a encontrar, pero es que tampoco he estado nunca en la LEB Oro. No la conozco, conozco la pretemporada –seis victorias en seis partidos del “Estu”–, pero me agarro a mi experiencia. Estuve cinco años en el Madrid y tengo claro que no es fácil ser primero, aunque tengas un buen equipo. Hay otros cuatro o cinco que buscan lo mismo que tú. No es fácil ser primero, estés donde estés. Estoy convencido de que aquí pasará lo mismo. Nuestro objetivo es ascender al final de la primera fase o en los playoffs. Nos gusta el equipo que hemos formado, pero hay que competir». La plantilla está plagada de miembros con pasado en la élite. «Tenemos un grupo de buenos jugadores que tienen que formar un buen equipo. Estoy encantado con el ambiente y no percibo ningún elemento tóxico. Hay mucha química entre los veteranos y los jóvenes. Los veteranos que han venido quieren seguir en Estudiantes y hacerlo en la ACB y para eso están en la labor de sumar a todos, de ayudar a los más jóvenes. El nivel de los entrenamientos es bastante superior al de la final de la pasada temporada», sentencia. En una hipotética selección de la LEB Oro, media plantilla del Estu podría estar incluida. Un campeón del mundo como Beirán; un máximo anotador de la ACB hace cuatro años como Jackson; un clásico como Nacho Martín, Poirier... «Beirán y Jackson son los capitanes, pero también Nacho Martín. Los veteranos tienen que ayudar a los jóvenes a entrar en dinámica competitiva de la máxima exigencia y en eso están», dice Cuspinera.

El derrumbamiento de la Nevera por culpa de Filomena ha provocado que la primera plantilla tenga menos contacto con los niños y niñas de la cantera, pero Cuspinera considera que el vínculo entre el equipo y las categorías inferiores se mantiene. «Los chavales y chavalas se siguen acercando y saludando a los jugadores con admiración. Ellos se siguen viendo reflejados en los dos primeros equipos que tenemos, el masculino y el femenino», asegura. Hay quien ve esta temporada como la necesaria catarsis que necesitaba el club para regenerarse después de mucho tiempo sufriendo. «Con el ascenso siempre en mente, en teoría pasaremos de una década donde se ha perdido mucho más de lo que se ha ganado, a un año en el que se ganará mucho más de lo que se pierda. Eso debe producir una transformación. La plantilla está hecha con cuatro jóvenes de la cantera, gente que ha pasado por el club en diferentes etapas... el objetivo es ascender, no es sobrevivir y eso es más exigente para los jóvenes».

¿Y los rivales? «Hay una motivación extra por jugar contra nosotros o por hacerlo en el WiZink Center y eso lo asumimos. Somos uno de los rivales a batir y hay que aceptarlo, pero el reto sigue siendo el mismo y eso lo va a hacer más bonito. No quiero parecer pesimista porque no lo soy. Soy optimista, pero no presuntuoso. Respeto mucho esta categoría porque, por ejemplo, Zaragoza tardó muchos años en subir teniendo en teoría la mejor plantilla. Mi futuro, además, depende de ello. Somos favoritos, lo piensa la gente y también lo pensamos nosotros», dice Cuspinera. Lo que decían los niños.