Baloncesto
El sueño de ser LeBron James con un solo brazo
Hansel Emmanuel, de origen dominicano, se ha convertido en un fenómeno viral. La próxima temporada jugará en la Liga universitaria de Estados Unidos. Aspira a ser el primer jugador manco en la historia de la NBA
El último fenómeno en el baloncesto estadounidense no es un jugador de la NBA, un número uno del draft o una estrella universitaria. Se llama Hansel Emmanuel Donato, es dominicano, mide 1,96, tiene 18 años y un solo brazo, el derecho. Sus vídeos con espectaculares mates se reproducen por millones en Youtube y la próxima temporada jugará en la primera división de la Liga universitaria estadounidense (NCAA) con la Universidad de Northwestern. Los «Wildcats» –«Gatos salvajes»- han formado a catorce jugadores que han terminado en la NBA. Él aspira a ser el siguiente para compartir pista con sus ídolos, Kevin Durant y LeBron James.
Hansel Emmanuel juega de alero y lo hace con un solo brazo desde que con seis años tuvieron que amputarle el izquierdo a la altura del codo. Estaba intentando trepar un muro en el barrio de Los Mina, uno de los más humildes de Santo Domingo, cuando se desplomó la estructura y estuvo más de dos horas bajo los escombros. Cuando fue trasladado al hospital ya no se pudo hacer nada para salvar la extremidad. Su padre, Hansel Salvador, ya le había inculcado el amor por el basket, pero el accidente lo complicó todo. «No quería hacer nada. No podía atarme los cordones, tomarme un vaso de agua... nada», afirma Emmanuel. Su padre, profesional en su país, le instó a dejar el baloncesto temiendo por su integridad física, pero él no se rindió. «La discapacidad le puede pasar a cualquiera. Hay que seguir adelante y no rendirse nunca. Es difícil recuperarse y es frustrante, pero Dios y el sueño de ser como mi papá, que siempre me llevaba a sus torneos, me inspiraron», asegura.
Los temores iniciales de su padre al competir con jugadores más formados físicamente desaparecieron muy pronto. Con 16 años su nombre ya empezaba a sonar en los institutos de buena parte de Estados Unidos. Con 1,93 los informes ya hablaban de un jugador explosivo, habilidoso, con buen manejo de balón y con «capacidad de hacer cosas que jugadores con dos brazos y dos manos no pueden hacer». Hace dos años fue reclutado por la Life Christian Academy de Florida y en el instituto, después de superar sus problemas con el inglés, sus números eran asombrosos: 26 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias por partido. No sólo eso. También ha ganado varios concursos de mates que se han hecho virales. Sus partidos no pasaron desapercibidos para los ojeadores y para jugadores y ex jugadores de la NBA. «Ojalá la gente entendiera lo diferente que es Hansel Emmanuel. Superó a algunos de los mejores jugadores de instituto con un brazo», declaró un incrédulo Shaquille O’Neal.
Estrellas como Kyrie Irving o Damian Lillard acudieron a ver sus partidos y su presencia en la Drew League –un torneo amistoso entre jugadores profesionales y amateurs que se disputa todos los veranos en L.A. y en el que han jugado LeBron James o DeRozan– desbordó las expectativas. La primera propuesta universitaria llegó de Tennessee State hace casi un año para jugar en la División 1 de la NCAA. La descartó y ahora ha llegado la de los «Wildcats», un centro privado ubicado en las inmediaciones de Chicago al que Emmanuel ha dado el sí con el sueño de alcanzar el «March Madness» –el tramo decisivo de la competición– allá por mediados de marzo de 2023. «No me pongo límites y cualquier cosa que digas que no puedo hacer... la voy a hacer tres veces mejor. Yo quiero que la gente me vea como un gran jugador, talentoso como muchos. No que me vean o que me distingan por mi discapacidad», dice. Su padre ahora es su gran apoyo: «Vas a llegar hasta donde tú quieras porque no tienes en cuenta lo que para todos es una limitación. Antes yo era tu ídolo, pero ahora te has convertido en el mío, en mi profesor por ese deseo de vivir que tienes. Sé que algún día me agradecerás lo fuerte y exigente que he sido contigo».
La ambición de Hansel Emmanuel es convertirse en el primer jugador de la historia de la NBA con un solo brazo. En los profesionales no hay precedentes; en la competición colegial sí. Kevin Laue, un pívot blanco de 2,11, fue el primero. Sin brazo izquierdo de nacimiento era capaz de bromear sobre su discapacidad asegurando que no tenía esa extremidad por el ataque de un tiburón. Buen reboteador, buen defensor... la leyenda dice que llegó a poner 20 tapones en un partido. Grant Dykstra, que jugó en la segunda categoría universitaria, y Zach Hodskins, un tirador blanco, son los otros antecedentes.
“No me pongo límites, y cualquier cosa que digas que no puedo hacer... lo haré tres veces mejor. Yo quiero que la gente me vea como un gran jugador, talentoso como muchos. No por mi discapacidad”.
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