Baloncesto

LeBron y sus Lakers o el fin del mundo en L. A.

El equipo californiano ya está de vacaciones a diez días para el final de la primera fase. La derrota ante los Suns y la victoria de los Spurs los han dejado fuera incluso del play-in

LeBron, que no jugó ante los Suns, dialoga con Chris Paul
LeBron, que no jugó ante los Suns, dialoga con Chris PaulRick ScuteriAgencia AP

LeBron James y sus Lakers ya están de vacaciones. A diez días para el final de la primera fase, la derrota (121-110) ante los Suns de Phoenix -el equipo ante el que cayeron en la primera ronda de los playoff la pasada temporada- ha certificado el desastre que se mascaba hace semanas en L. A. La séptima derrota seguida y la victoria de los Spurs ante los Nuggets ha dejado a los californianos sin la posibilidad de disputar siquiera el play-in, la eliminatoria previa a los playoffs que juegan del séptimo al décimo de cada Conferencia y que tan poca gracia hace a LeBron James.

La debacle es mayúscula. Hay analistas en Estados Unidos que lo consideran el mayor fracaso de la franquicia por delante de la derrota en las finales de 2004 ante los Pistons con el “Big 4″ que formaban Gary Payton, Kobe Bryant, Karl Malone y Shaquille O’Neal. También peor que la derrota en la primera ronda de 2013 ante los Spurs en un equipo en el que estaban Steve Nash, Kobe Bryant, Pau Gasol y Dwight Howard. Esta temporada contaba con cuatro miembros de la reciente lista de 75 mejores de la historia: LeBron, Westbrook, Carmelo Anthony y Davis.

La vida de Lebron en los Lakers no tiene termino medio. En 2019 se quedaron fuera de los playoffs, en octubre de 2020 fueron campeones, en 2021 cayeron en primera ronda ante los Suns y este año ya ni siquiera pueden alcanzar los play-in cuando restan tres partidos para el final de la primera fase. Los Lakers se han hundido después del parón del All-Star. El balance desde mediados de febrero es de 4 victorias y 17 derrotas.

Los actuales Lakers ya nacieron torcidos. LeBron James y Anthony Davis hicieron poco menos que de directores de operaciones el pasado verano. Apostaron por el fichaje de Russell Westbrook junto a una cuadrilla de veteranos (Carmelo Anthony, Dwight Howard, Rajon Rondo, DeAndre Jordan y Trevor Ariza) con una medida de edad muy por encima de la treintena. Salieron jugadores con los roles muy asumidos y que habían formado parte de la plantilla campeona en 2020. Tipos como Kyle Kuzma, Kentavious Caldwell-Pope o Alex Caruso dejaron L. A. y la defensa se convirtió en una broma. En ataque el equipo se entregó al “LeBronsistema”. James ha anotado más que nunca -30,3 puntos por partido, sólo una décima por debajo de Joel Embiid-, pero muchos partidos ha estado solo. Davis apenas ha jugado 40 partidos por las lesiones; Westbrook, “Mr. Triple Doble”, ha hecho sus peores números en las últimas trece temporadas y los tres apenas han jugado juntos 21 partidos.

El futuro no anima al optimismo. Hay quien asegura que Frank Vogel no va a acabar la temporada sentado en el banquillo. LeBron está ante el que será su último año de contrato y tiene tres desafíos: ganar más anillos, convertirse en el máximo anotador de la historia y compartir franquicia con su hijo en la temporada 2024/2025. Davis es una incógnita y el traspaso de Russell Westbrook es poco menos que un imposible. Esta temporada ha ganado 44 millones de dólares y a ver qué franquicia, si es que hay alguna, está dispuesta a pagarle 47 el próximo ejercicio.

El mejor resumen lo hace una leyenda como Magic Johnson: “Ya sea por las individualidades, ya sea por la defensa, ya sea jugando juntos, el problema es que ellos se han inventado todo tipo de excusas. ¡Dejad de poner excusas! Esto no funcionó, las piezas no encajaron. Cuando te pones la equipación púrpura y dorada tienes que estar en otro nivel diferente, y esos muchachos tienen que entenderlo. Pueden no meten un tiro ante nadie, pero no dar el máximo esfuerzo, eso es inaceptable como laker”.