FC Barcelona Regal

Un equipo galáctico

Los jugadores del Real Madrid saludan tras vencer al F.C. Barcelona por 98-84
Los jugadores del Real Madrid saludan tras vencer al F.C. Barcelona por 98-84larazon

Ya son 25 victorias y las que están por llegar. El Madrid suma y sigue después de un clásico que dominó con una autoridad incontestable. Hacía tiempo que no se veía a un Barça tan inferior por mucho que los azulgrana tirasen de orgullo para pelear por un partido en el que nunca tuvieron opciones. En la plantilla de Pablo Laso se esperaban con cierta ansiedad los últimos cuatro partidos del año. Viajes a Estambul, Valencia, Badalona y, para terminar, la visita del Barça. Se trataba de ratificar tres meses de competición extraordinarios y el equipo lo ha hecho a lo grande. Cuatro triunfos más para acumular un total de 25. Cero derrotas para cerrar 2013 y un sobresaliente partido ante el Barça. Los 98 puntos que endosó el Madrid a los azulgrana hablan de un equipo contra el que nadie ha encontrado todavía la poción mágica para desactivarle durante un partido completo.

Nada más terminar, Bourousis se dirigió enloquecido a uno de los fondos del Palacio. Con los brazos en alto comenzó a gritar como si estuviera poseído. El griego, después de su mejor partido de blanco, celebraba con la afición la victoria más prestigiosa de un récord histórico. Mientras, Sergio Rodríguez chocaba su pecho con el de Rudy y la plantilla abandonaba eufórica el banquillo camino del centro de la pista. El Palacio ardía.

Hay victorias que sirven para reafirmar los proyectos. El de Pablo Laso está clarísimo. Todos los jugadores son capaces de aportar cosas, algo que en el actual Barça no sucede. No se trata de tener a diez estrellas en el equipo. Hay que saber aprovechar las virtudes de cada uno y en eso el Madrid tiene unos especialistas que saben hacer su trabajo como nadie. Empezando por Darden. El jugador que llegó mediada la pasada temporada y que durante meses no sabía muy bien qué hacía vestido de blanco mostró la actitud del equipo. En el primer cuarto hizo de todo. La guinda fue un tapón en el techo del Palacio a Dorsey. Darden no es la única pieza secundaria de un mecano que durante algunos minutos parece perfecto. Draper siempre aparece en el mismo momento, en el tercer cuarto. Y su misión es aumentar la intensidad atrás. En ataque es un tipo ordenado. Ninguna sorpresa. Con él, el grupo se siente cómodo. Que nadie espere filigranas. El equipo no es el mismo que con Sergio o con Llull, pero termina siendo igual de sólido. Lo mismo sucede con Slaughter. El estadounidense es un honrado trabajador al que Laso le pide lo que le puede ofrecer. Nada más y nada menos. Basta con que aproveche los regalos (ayer fueron dos «alley-hoops») y que defienda como si fuera lo último que pudiese hacer en su vida. Exactamente lo que es capaz de ofrecer. Si a los secundarios se suman las estrellas habituales (Sergio, Rudy y Mirotic) y la aportación de la clase media (Reyes y Bourousis) al Barcelona sólo le quedó pelear contra un imposible.

Rudy es uno de los faros. Su actitud de estrella ahora sí se ve acompañada por su baloncesto. Anotó 11 puntos en el primer cuarto que dispararon al Madrid desde el principio (21-13, min 8). Se comió a Navarro, a Abrines, a Papanikolau, a todos los que tuvo enfrente. Los mejores minutos del Madrid suelen coincidir con su presencia en cancha. Es capaz de hacer tantas cosas y de ayudar en tantos apartados que cualquier despiste del rival lo hace pagar muy caro. Rebotea, asiste, pasa... lidera. Es una versatilidad la suya que resulta contagiosa, como demuestran los dos triples que Felipe Reyes anotó en el segundo cuarto. El pívot tuvo una presencia en pista demoledora. Más madera para que el Barça fuera desgastándose poco a poco.

Porque el Barcelona peleó por no marcharse del partido hasta la desesperación. Siempre vio al Madrid a 10-15 puntos de distancia, pero no dejó de luchar. Se llegó a situar a cinco (53-48, min 24) coincidiendo con un extraordinario acierto exterior, pero en el arsenal del Madrid también está ese recurso. A los cinco últimos ataques visitantes en el tercer cuarto, que se resolvieron con otros tantos triples, el Madrid respondió con uno de esos arreones mareantes. El Barcelona, cuando todavía tenía ganas de pelea, tuvo que rendirse ante la heterodoxia blanca. Una canasta desde 6 metros y medio de Mirotic y un triple de Bourousis cerraron el debate. El Madrid también fue demasiado para el Barça.

Ficha técnica

98 - Real Madrid (23+25+28+22): Rudy (18), Mirotic (14), Darden (6), Llull (6) y Bourousis (13) -equipo inicial-, Reyes (12), Rodríguez (15), Carroll (7), Slaughter (2), Draper (5) y Mejri.

84 - Barcelona (18+18+29+19): Huertas (15), Navarro (17), Papanikolaou (6), Nachbar (4) y Tomic (10) -equipo inicial-, Dorsey (3), Sada, Abrines (8), Oleson (10), Lorbek (11), Lampe y Pullen.

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Carlos Cortés y Martínez Fernández. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 13.217 espectadores. Se colgó el cartel de no hay localidades.