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Belmonte, la competidora voraz
«Cada vez que Mireia compite es para ganar»,, son palabras de su técnico, el francés Fred Vergnoux, que reflejan la ambición de la nadadora, que encontró recompensa a la horas y horas de duro trabajo en los cuatro oros, dos de ellos con récord del mundo.
"Cada vez que Mireia compite es para ganar", son palabras del técnico francés Fred Vergnoux que reflejan la ambición de una Mireia Belmonte, que encontró recompensa a la horas y horas de duro trabajo en los cuatro oros, dos de ellos con récord del mundo incluido, conquistados por la nadadora española en los Mundiales de piscina corta de Doha.
"Los récords vienen por la forma de competir. Cada vez que Mireia compite es para ganar. Nunca hablamos de récords, nunca hablamos de tiempos, hablamos de acabar por delante, pero cuando estás luchando ahí con la Hosszu -la nadadora húngara-, las dos a tope, los tiempos llegan", señaló Vergnoux, entrenador de Belmonte, en declaraciones a EFE.
Ambición y competencia que propiciaron que la nadadora española estableciese en el espacio de cuarenta y cinco minutos dos nuevas plusmarcas mundiales en los 400 estilos y en los 200 mariposa, donde Belmonte se convirtió en la primera mujer en la historia de bajar -1:59.61- de los dos minutos, en la jornada inaugural de los campeonatos.
"La primera jornada fue la locura con el 200 mariposa y el 400 estilos. Dos oros, dos récords del mundo, ganando a la húngara Katinka Hosszu, que había sido la gran rival en la Copa del mundo. "Tengo pocas palabras para describir lo que ha hecho Mireia, que otra vez ha vuelto a estar increíble", señaló un exultante Vergnoux.
Especialmente satisfecho se mostró el preparador francés por la actuación de su pupila en la final de los 200 mariposa, prueba en la que Belmonte logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, y en la que logró romper en la capital catarí la barrera de los dos minutos.
"Todas las victorias son igual de destacables, no puedo decir ésta o aquella, aunque de corazón diría los 200 mariposa, una prueba que a mí personalmente me gusta mucho, y en la que Mireia estuvo genial. Los parciales, el último subacuático, la forma tan inteligente de nadar. No es la prueba perfecta, porque nunca la hay, pero casi", comentó el preparador francés a EFE.
Un anticipo de los dos nuevos triunfos que Mireia Belmonte logró en los 400 y 800 libre, en los que la ausencia de una feroz competencia, como la que presentó la magiar Katinka Hosszu en la primera jornada, impidió a la española asaltar los récords mundiales que ella misma posee en ambas distancias desde 2013.
"En las pruebas de fondo todo depende de la competencia. Yo ya se lo había dicho a Mireia, si quieres una buena marca, tienes que ir tu a por ella, porque si esperas a las otras no lo vas a lograr. Había que intentar aprovechar el buen momento por el que atraviesa, pero al final ha nadado un poquito sola", explicó Vergnoux.
Medallas a las que Mireia Belmonte no pudo añadir una más en los 200 estilos, su última prueba en el Mundial de Doha, tras quedarse fuera de gran final por tan sólo tres centésimas de segundo.
"Obviamente estaba un pelín cansada, porque el nivel de exigencia ha sido brutal, pero también esta esa otra parte, ese juego, tratar de entrar en la final, no digo fácilmente, pero sí controlando, sin dejarse la piel, y no ha entrado. Hay que jugar y a veces ganas y a veces pierdes", comentó el técnico.
Circunstancia que no puede ensombrecer los logros de Belmonte en la capital catarí, que responden a la intensa preparación de la española, que pese a brillar en los pasados Europeos de Berlín, donde logró seis medallas, dos de ellas de oro, se embarcó casi de inmediato y sin apenas descanso en la disputa de las pruebas de la Copa del Mundo de piscina corta.
"Ha sido la mejor forma de prepararse. Competir con la Hosszu, con las mejores del mundo, aunque ha sido duro, porque Mireia no sólo ha competido, ha entrenado también. Entrenaba por la mañana antes de competir, se marchaba de la piscina mucho más tarde de acabar la competición. Ha sido muy difícil, pero al final hacer todo el año seguido, casi sin descanso, ha sido una buena decisión", indicó Vergnoux.
Un intenso trabajo que continuará en los próximos meses, ya que el objetivo de Mireia Belmonte no es otro que volver a brillar en los Mundiales de piscina larga que se disputarán el próximo año en la localidad rusa de Kazán y, sobre todo, en los Juegos Olímpicos de Río.
"Mireia no entrena todo el día de lunes a domingo todo el año sólo para quedarse contenta en diciembre con medallas en piscina corta, entrena así para tratar de hacerlo igual en el Mundial del año que viene, en los Juegos que vienen, en el Mundial 2017", concluyó el entrenador de la española. (Efe)
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