Bolt-Gatlin: cómo hemos cambiado

El gran capítulo de los Mundiales de Pekín, con el permiso del dominio de Kenia en el medallero, se cierra hoy con la final de los 200. El hombre más rápido del mundo vuelve a medirse con su única amenaza. Bolt, en su distancia favorita, se topa otra vez con Gatlin. Ya se encontraron hace diez años en los gélidos Mundiales de Helsinki. El estadounidense era el amo de la velocidad; el jamaicano, un recién llegado. La victoria fue para Gatlin con unos 20.04 que se justificaron en los once grados, el viento y la lluvia finlandeses. Bolt tenía 18 años y estaba lejos de sus marcas disparatadas, pero aquel adolescente se coló entre los mejores y sólo unos calambres a mitad de la recta le apartaron de luchar por algo más que ser un «simple» finalista. Diez años después la pelea se ha equilibrado. A Bolt le ha dado tiempo a ser nueve veces campeón del mundo y seis veces campeón olímpico. Gatlin se pasó cuatro años sancionado por dopaje y con 33 está corriendo más rápido que nunca. El «Relámpago» no es el de los siderales 19.19 de hace seis años, pero por lo visto en la semifinal –19.95 dejándose ir en los últimos 80 metros– no está demasiado lejos. Gatlin llegaba a China dispuesto a recuperar el trono de la velocidad. En los 100 le distanciaron 13 milésimas de subir a lo más alto del podio...

En los 200 Bolt no ha fallado nunca. Su primer oro mundialista llegó con la propina del récord del mundo; en Daegu se resarció de la eliminación en los 100 por una salida nula con el segundo oro y otra marca sideral (19.40), y en Moscú logró el tercero con 19.66. Los planes de Bolt tasan el cuarto por debajo de los 19.60. Las dudas llegan por los precedentes de esta temporada. Llegó a los Mundiales habiendo corrido sólo una vez el doble hectómetro. En total ha hecho tres carreras, dos de ellas en Pekín y la de ayer fue la primera vez que bajó de 20 segundos. Sus comentarios después de la primera serie de 200 hablaban de que se sentía bloqueado después de cuatro carreras en otros tantos días, pero después de la semifinal... En Pekín todo parece posible. En la final de 400 tres atletas corrieron por primera vez por debajo de 44 segundos y un keniano ganó el oro en jabalina.