La Decimoquinta del Real Madrid

Carvajal, de poner la primera piedra de Valdebebas a igualar a Gento

Marcó el primer gol, el que abría el camino de la victoria y le daba su sexta Copa de Europa, como el mítico extremo

Dani Carvajal derribó a cabezazos la resistencia del Dortmund. El más bajito sobre el campo se adelantó a Fullkrug, el tanque de 1,90 que fijaba el ataque de los alemanes, para rematar el primero de la noche, el que abría las puerta de la Decimoquinta y ponía a Carvajal a la altura de Gento.

Tiene sentido que fuera el jugador que puso la primera piedra de la Ciudad Real Madrid de Valdebebas ante la mirada de Di Stéfano el que marcó el gol que le hacía igualar al mítico extremo de la época de Don Alfredo, el único hasta ahora que había conseguido seis Copas de Europa.

Cuando Gento se retiró, y durante muchos años después, había ganado todas las Copas de Europa que había ganado el Real Madrid. Carvajal ha ganado todas las Ligas de Campeones que el Real Madrid ha ganado en este siglo menos la de 2002, la primera de Florentino. Pero no están solos y tanto sentido como el gol de Carvajal tiene que fuera Kroos el que le pusiera la pelota en la cabeza. El alemán se despide con su sexta Copa de Europa, igual que Nacho y que Modric.

Ya había avisado Carvajal antes del gol con otro remate de cabeza en otro córner sacado por Kroos, pero la pelota se marchó por encima del larguero. «Este año he subido a los córners. Como siempre digo a mi familia la determinación es clave en mi carrera, la primera se me ha ido arriba y he marcado en la segunda», explicaba después del partido con la naturalidad del que está acostumbrado a marcar goles decisivos.

El lateral internacional, uno de los capitanes del Real Madrid, ha añadido este año el remate de cabeza a su repertorio. Acostumbrado a ser el que cerraba en defensa cuando su equipo sacaba de esquina para aprovechar su velocidad, este año Ancelotti y su hijo Davide decidieron meterle en el área entre gigantes. Y ha conseguido varios goles así en el curso más goleador para él. Son seis los que ha marcado esta temporada, pero el de Wembley era el primero que marcaba en la Liga de Campeones.

El gol, además, significaba la primera Copa de Europa que el Real Madrid gana en Wembley, un terreno en el que otros grandes de Europa han levantado la Copa de las grandes orejas y que había sido esquivo al Real Madrid.

Carvajal lloraba en cuclillas sobre el césped nada más acabar el partido. «Es una felicidad inmensa», reconocía. «Ha sido un partido complicado. Yo quería ganarla más holgada. En la primera parte hemos salido vivos y no hemos merecido ni el empate. Pero hemos sabido sufrir, los palos, y esto es fútbol», añadía. «Partidazo», le decía Alaba mientras atendía a las televisiones. Partidazo y gol que le ponen a la altura de una leyenda que parecía inalcanzable como Paco Gento. No era un homenaje, era cuestión de estilo y de necesidad, pero Carvajal ejerció durante parte del partido más como extremo que como lateral. Era el que más estiraba el equipo en la primera mitad, cuando más sufría el Real Madrid por el empuje del Borussia Dortmund.

Después de festejar con sus compañeros Carvajal agarró la Copa y fue a ofrecerla al fondo donde estaban sus aficionados. Lo normal para un niño que se ha formado en el club desde pequeño aunque tuviera que hacer un Erasmus de un año en Leverkusen para regresar en condiciones de ser titular. El niño que puso la primera piedra de Valdebebas ya está a la altura de Gento.