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A rueda: El crepúsculo de los dioses

Pau Gasol y Fernando Alonso, en una imagen de archivo.
Pau Gasol y Fernando Alonso, en una imagen de archivo.larazon

Ración de nostalgia: Andrés Iniesta apura su clase en Japón, Alberto Contador se bajó de la bici el año pasado, Pau lucha por seguir en la NBA golpeado por las lesiones y el banquillo, Valdemoro dijo basta con las muñecas reventadas, Alonso acaba de decir hasta luego...Y así podemos seguir todo el artículo, llorando el final de un sueño. Cuesta escribirlo, pero nuestros héroes, los que nos han levantado del sofá tantas veces, han dicho adiós o están en proceso de hacerlo.

Es ley de vida, pero duele bajarse del pedestal y empezar a mirar a la cara al resto países, volver a estar otra vez en el pelotón de aspirantes. Porque en esas estamos, asumiendo que España ya no es un país dominante en el deporte.

¿Hay un relevo?

Una vez asumido que lo vivido es irrepetible, se puede ser optimista. Carlos Sainz, Enric Mas, Bruno Hortelano o Jon Rahm nos van a dar alegrías, sin duda. Y luego están los campeones que siguen en la cumbre, con el gran Rafa Nadal al frente: Márquez, Valverde, Carolina Marín, Muguruza o Mireia Belmonte nos aseguran triunfos. Menos optimista soy con selecciones como la de fútbol o baloncesto masculino, que, si bien pueden aspirar a puestos de honor, ya no son favoritas.

La sub'17, el ejemplo

La cantera, ésa es la clave. Cuidar, mimar y preparar a las futuras generaciones. Las chicas que acaban de ganar el Mundial sub'17 son el ejemplo. ¿Quién iba a pensar hace diez años que el fútbol femenino podría conseguir algo así? Pues se ha logrado a base de apostar por ellas y darles visibilidad en los medios (con el consiguiente apoyo de patrocinadores). Nada es casual, todo tiene un porqué. Así que, basta de quejas. Gloria eterna para los dioses del deporte español y apoyo para los que vienen detrás. Sólo así volveremos a llorar... de emoción.