Desafío inédito

El Madrid de Zizou vuelve esta semana a la Champions, con todos disponibles y con el sueño de repetir título. Nadie lo ha hecho

No hay competición en la que el Real Madrid se mueva con tanta naturalidad como en la Liga de Campeones. Donde otros conjuntos sienten la presión, el líder de la Liga juega como si estuviera en su hogar. Sobre todo desde que rompió los años de mala racha en los que caía en octavos y se puso las semifinales como objetivo mínimo. Así han llegado dos trofeos en tres años y esta temporada empieza los octavos este miércoles contra el Nápoles con un desafío que nadie ha conseguido: repetir título. Desde que la Copa de Europa se transformó en Liga de Campeones, el campeón nunca repite al año siguiente, lo que demuestra la complejidad de una competición en la que un error mínimo te deja fuera.

- El Nápoles, peligroso

Si cuando se celebró el sorteo el Nápoles no parecía un rival temible, esa sensación ha ido cambiando según se ha acercado el momento del encuentro. El Nápoles suma 18 encuentros sin perder y llega al Bernabéu con ganas de hacer daño a su rival. «El Real Madrid siempre te fascina de forma particular. Pero el Nápoles está en forma, si juega en velocidad, aprovechando los contragolpes, podría crear problemas. Podría dar una sorpresa», decía ayer el ex jugador del Nápoles Giuseppe Bruscolotti, que estuvo en la eliminatoria de 1987. El Real Madrid es superior a su rival, pero esta temporada la «Champions» se presenta con más incertidumbre que nunca, sin un claro favorito pues todos los grandes arrastran dudas. El Madrid fue el mejor equipo hasta diciembre y ahora, tras un enero extraño, está en fase de ir recuperando confianza. El Nápoles va a ser una buena vara de medir.

- Sin bajas

Ayer se entrenó Bale con el resto de la plantilla. Es pronto para que juegue y más en un partido de tanto nivel como el del miércoles, pero podría tener minutos contra el Espanyol o frente al Valencia. Fue la primera vez en mucho tiempo que Zidane pudo entrenar con todos sus hombres, incluido Danilo, que sin rotura, sólo tiene grandes dolores en la pierna, después de que una patada le impidiera continuar en Pamplona. El Real Madrid ha pasado un invierno terrible con las bajas: los jugadores principales, los que dan vuelo al juego del equipo (Modric y los laterales, además de Bale) se perdieron partidos importantes. Esta semana empieza la parte fundamental de la temporada y, por ahora, el Real Madrid está más listo que nunca.

- El sistema

Durante este tiempo de lesiones, Zidane ha dado vueltas al dibujo del equipo como no había hecho casi nunca. Ha sido un entrenador intervencionista, lejos del técnico que llegó al banquillo con más prestigio que currículum. Ahora es un entrenador que busca soluciones partido a partido, para obtener lo mejor de sus jugadores y sorprender al rival. A veces, se le va la mano, como se vio el sábado en Pamplona con los tres centrales. El equipo no terminaba de funcionar y la lesión de Danilo impulsó al francés a cambiar de sistema y dar más seguridad al equipo. Después de lo visto en El Sadar hay pocas dudas de que Zidane va a jugar con una defensa de cuatro en la ida de la «Champions». Casi todos están más cómodos así.

- Contra Maradona

Parece que Maradona va a estar en el palco del Santiago Bernabéu. El único precedente entre ambos equipos ocurrió en la primera eliminatoria de la Copa de Europa de 1987. «Es una ocasión para olvidar la amargura de aquella vez», aseguraba ayer Bruscolotti. Era la Quinta del Buitre contra el Nápoles de Maradona, por eso es posible que el argentino vea en Madrid el encuentro. Ganó el conjunto blanco con un gran partido de Chendo, que en un campo sin público al estar el Santiago Bernabéu sancionado, secó a la estrella mundial. En Italia no se han olvidado de aquello y piensan que este Nápoles puede hacer frente al Real Madrid. «Aquella vez, en ambos partidos, el Nápoles hizo prestaciones excepcionales, sobre todo en el partido de vuelta. Fue feo caer eliminados», continuaba Bruscolotti.

Bale, el regreso más deseado

El 29 de noviembre Bale fue operado de su lesión de tobillo, a principios de febrero, tras una dura recuperación, comenzó a entrenarse en el césped y ayer ya estuvo con el grupo de suplentes que estuvieron en Valdebebas.

«First day back on the training pitch with the boys! Can’t wait to be back in action now» (primer día en el campo con los compañeros. No puedo esperar para entrar en acción), escribía el futbolista en su Twitter después del entrenamiento de ayer por la mañana.

Y con esa imagen de él entrenando y sus ganas de jugar, el Madrid se llenó de optimismo.

Bale estaba siendo uno de los jugadores fundamentales, como lo fue en la final de la Champions y como lo fue también en la Eurocopa con Gales. El futbolista ha dado un decisivo paso adelante y se siente importante dentro del grupo. Con Benzema sin puntería frente al gol y con Ronaldo en transición hacia un nuevo futbolista, a Bale se le ha echado mucho de menos por su capacidad goleadora y su despliegue ofensivo. La velocidad de Bale aporta más profundidad al ataque blanco y su remate de cabeza añade aún más peligro a las jugadas a balón parado del Real Madrid, una de sus grandes armas.

Aunque para la ida de este miércoles va a ser demasiado pronto para que Gareth juegue, el plan es que vaya cogiendo minutos en los siguientes partidos y no haya duda de su participación en la vuelta de los octavos, a principios de marzo, en Nápoles.