Real Madrid
Puños fuera: La bendición de don Alfredo Di Stéfano
La temporada doméstica 2017-18 llegó a su final. El sábado vimos a un Madrid que a pesar del empate final, dejó muy buenas sensaciones y demostró estar preparado para afrontar el partido más importante que se disputa en el Viejo Continente, la final de la Champions del próximo sábado ante el Liverpool. Toda la plantilla llega en perfectas condiciones tras recuperarse de sus molestias Cristiano y Carvajal. Precisamente el lateral de Leganés es el ejemplo de que lo significa ser un jugador de cantera.
Los valores del club
Dani reúne todos los valores del madridismo; amor a los colores, entrega, sacrificio, garra en todos y cada uno de los minutos que juega, además de haberse convertido en uno de los mejores laterales del mundo. Todas estas cualidades le llevaron a ser no solo indiscutible en el Madrid, sino también en la Selección. Recuerdo cuando Carvajal llegó al Madrid en su etapa de alevín procedente del Lemans de Leganés. Una de las curiosidades del lateral era que jugaba con unas rodilleras para protegerse de los arañazos y los raspones que sufrían los chicos de su equipo al jugar en campos de tierra. Ya desde esa edad, destacaba por lo que he descrito antes: subía la banda como un cohete y surtía de balones y asistencias a los delanteros. Y ahí sigue.
La primera piedra
Los madridistas nunca olvidaremos esa imagen de Dani colocando la primera piedra de la Fábrica, de la nueva y moderna Ciudad Deportiva, al lado del inolvidable Alfredo di Stéfano. Todo un presagio de lo que iba a representar en la historia reciente de nuestro club. A su lado había jugadores del nivel de Sarabia, Morata, Alex Fernández, David Buyo, Barril... entre otros. Y Di Stéfano le bendijo: «Este chico jugará en el primer equipo».