«Reyes de Europa, somos los reyes de Europa»

El madridismo había desembarcado en Cardiff y el «Reyes de Europa, somos los reyes de Europa» era el cántico más escuchado desde por la mañana en el UEFA Festival. Tres finales de Champions en cuatro años, pero las caras de los madridistas que veía paseando por este céntrico punto de Cardiff eran las de unos aficionados que sabían que podían hacer historia. Y la hicieron, la hicimos.

Desde Miami

Muchas escalas, viajes en coches, dinero gastado en el desplazamiento... y gente que venía de todo el mundo para ver la final. «Si no lo hacemos por nuestro Real Madrid, ¿por quién lo vamos a hacer?», me decían Julia y Orlando, una pareja que vive en Miami y lograron llegar tras un largo viaje: Miami-Islandia-Londres-Cardiff. Noté agobio en los controles de seguridad donde la gente se agolpaba y la espera era larga. Y una duda en casi todos los aficionados presentes en la ciudad galesa: «Edu, juega Bale o Isco?», me preguntaban a mí y a mi cámara, Frank Castillo.

Calentamiento CR

Con el estadio ya repleto, uno de los mejores momentos que viví fue el éxtasis madridista cuando el equipo saltó al césped del Millenium a calentar y fue Cristiano Ronaldo quién se dirigió a la grada con un grito: «¡Vamos!». Todos corearon el nombre del portugués, como si supieran que ahí había comenzado a ganarse esta final.

Éxtasis blanco

Pocas veces había sentido más emoción desbordada en la gente que me rodeaba que con el 1-2 y el 1-3 en apenas tres minutos. Ahí el madridismo tenía claro que la Duodécima no se escapaba. «¡Así, así, así gana el Madrid!», retumbaba en el Millenium de Cardiff tras el segundo gol de Cristiano. A la afición de la Juve no le quedó más remedio que resignarse ante los «olés» de parte de la grada del Madrid. Era ya el éxtasis blanco.

¡Queremos ver la Copa!

No recuerdo nunca tanta gente dentro de un terreno de juego tras el pitido final. El césped se llenó de fotógrafos, cámaras y muchos espontáneos que querían acercarse a los jugadores campeones. La imagen era impactante, aunque habría que corregir el caos para futuras ocasiones porque no se podía diferenciar a los jugadores del resto de gente ni se veía la Copa. Los madridistas en la grada comenzaron a quejarse. «Queremos ver la Copa», gritaban. Marcelo consiguió correr con ella hacía uno de los fondos desatando de nuevo la euforia entre la hinchada blanca. Y ahí se escuchó el «Piqué c... saluda al campeón», uno de los cánticos más repetidos de la noche.

Asimilando la gesta

Tanto en la salida del estadio como en los aeropuertos pude comprobar que muchos madridistas todavía no habían asimilado lo que este equipo ha conquistado. «Le hemos metido cuatro a la Juve en la final y son ya tres Champions en cuatro años». Yo todavía tampoco lo he asimilado. Pero que tenemos la Duodécima y que es la era del Madrid no es un sueño, es muy REAL.