Ciclismo
Ayer, calma; hoy, batalla
Trentin logra su tercera victoria antes de las llegadas a La Pandera y Sierra Nevada
Trentin logra su tercera victoria antes de las llegadas a La Pandera y Sierra Nevada.
«Como tengas un mal día puedes quedarte fuera hasta de los diez primeros», advierte Alberto Contador al analizar la etapa del domingo, con final en Sierra Nevada. Son sólo 129 kilómetros de recorrido, una etapa corta y de esfuerzo intenso, en la que cualquier despiste puede apartar a los favoritos de la lucha por la general. Alberto se ha especializado en este tipo de etapas desde su regreso en 2012, cuando ganó la Vuelta con un ataque lejano camino de Fuente Dé. Una maniobra que repitió el año pasado en Formigal. Él estaba lejos de la victoria en la general, pero su ataque desde el comienzo permitió que fuera Nairo el ganador de la carrera en Madrid y no Froome. El británico y su equipo quedaron destrozados. La mayoría de sus compañeros llegó fuera de control.
El Sky está preparado para evitar una situación parecida a la del año pasado. «No tengo miedo de que se reproduzca una situación como la de Formigal. He venido con un equipo diferente, llevamos el maillot de líder, por lo que es una situación diferente. Me cuesta imaginarme una situación parecida. Es posible que haya ataques de Contador, y es posible que lo intente desde el principio y estamos preparados», asegura Froome.
Froome se siente más arropado este año. Moscon tomó el protagonismo en los primeros días de carrera, imponiendo un ritmo que incluso a su jefe le costaba seguir. Después ha llegado el momento de Nieve y Poels, los dos que aguantaron a su lado después de las dos caídas en la etapa de Antequera. Los dos que deberán protegerlo hoy y mañana. Porque hoy también se esperan ataques. Es una etapa más larga, «con un final más explosivo», comenta Contador.
A Froome le esperan dos subidas desconocidas, La Pandera y Sierra Nevada, dos territorios por explorar, pero la confianza en su equipo es plena. «Son subidas que no conozco. Algunos compañeros sí, como David López y Mikel Nieve. Yo pongo toda mi confianza en Nicolas Portal, que siempre nos explica muy bien las cosas en las reuniones. Es diferente cuando llega un puerto que no conoces, pero confío mucho en ellos», asegura el británico, que aprovecha cualquier momento para presumir de sus compañeros.
Todos esperan la etapa de hoy y la de mañana. «Pero cualquier cosa puede suceder en la Vuelta», como dice Froome. Porque incluso ayer, en un día de «descanso» para los mejores de la general, tuvieron que esforzarse en los últimos kilómetros. Porque en una rampa a falta de dos kilómetros para el final comenzó a verse en la cabeza del pelotón a Nibali, a Contador y a Froome. Se trataba de no perder terreno, de apretar para estar delante. Y con ellos llegaron todos los de arriba, menos De la Cruz y Zakarin, que perdieron siete segundos. El estrés de los mejores por estar delante limpió el camino de adversarios a Trentin, que se encontró sin rivales en los últimos metros. Fue Moscon, el «obrero» del Sky, el que le disputó la victoria. Pero quedó muy lejos de impedir el triunfo de su compatriota.
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