La sonrisa de Contador

La última Nochevieja fue muy diferente en el hogar de Alberto Contador. Comió las uvas y rápidamente subió un vídeo a las redes sociales mostrando con una sonrisa los colores de su nuevo equipo, el Trek, y brindando por un «grandísimo 2017». Todo lo hizo en apenas media hora, seguramente ansioso por olvidarse de la pesadilla que ha supuesto la figura de Oleg Tinkov, su director hasta ese momento, el mismo que le había dedicado unas «amables» palabras de despedida: «Su tiempo ya pasó, parece un pato mareado, no creo que vuelva a ganar nada». Afortunadamente, en la presentación de la nueva temporada confirmamos que Alberto tiene un plan ambicioso: ganar otro Tour. En ese objetivo centrará todo el año, cada carrera que dispute, cada kilómetro de entrenamiento, cada minuto que dedique a la bicicleta. ¿Podrá conseguirlo?

- Ganar a los 34 años

El sueño de Contador de triunfar en los Campos Elíseos tiene una dificultad extrema. Hay escasos precedentes de ganadores del Tour a los 34 años, la edad de Alberto. Cadel Evans en 2011 y Lance Armstrong en 2005 (desposeído) son los últimos ejemplos. Antes habría que remontarse a 1980 y a Joop Zoetemelk. Casi nada. Contador ya no es el ciclista exuberante que hemos conocido, eso está claro. El escalador eléctrico, ágil e imparable en las ascensiones ha dado paso a un veterano que tiene que medir fuerzas, ser más táctico y tirar de experiencia para aguantar con los más fuertes.

- Sin caídas

Difícilmente este Contador maduro podrá aguantar un mano a mano con Froome o Quintana en los colosos franceses. Ésa ya no es su guerra. Un equipo sólido, ataques a distancia en la montaña y escaramuzas en etapas de transición son las claves. Y, sobre todo, que no haya caídas como en los últimos años. Sólo así podrá culminar su carrera con otro Tour. Suerte, Alberto.