Tour

Vingegaard pierde a sus mejores “soldados” antes de los Pirineos

Roglic y Kruijswijk abandonan, y Benoot, Van Aert y el propio líder del Tour se cayeron antes del día de descanso

Kruijswijk, del Jumbo Visma, se tuvo que retirar por lesión
Kruijswijk, del Jumbo Visma, se tuvo que retirar por lesiónEurosport

Serio contratiempo en el Jumbo-Visma para terminar la segunda semana del Tour. Antes del último día de descanso de la carrera, el equipo del líder tuvo una jornada realmente complicada en la que acabó perdiendo a dos de los mejores «soldados» del líder Vingegaard. El primero en caer fue Primoz Roglic, incluso antes de tomar la salida. Candidato y, en principio, gran rival de Pogacar en la pelea por el Tour. El día de los adoquines, una caída cuando la carrera ya estaba lanzada le hizo perder dos minutos, y luego en los Alpes fue parte activa del asalto de Vingegaard al maillot amarillo. Sin embargo, desde el miércoles había empezado a ir hacia atrás.

Así que casi se puede decir que lo de Roglic estaba previsto, por la forma en la que se comunicó su abandono. El sábado en Mendé ya no pudo estar con Vingegaard cuando las circunstancias lo requirieron, así que junto con el equipo decidió que lo mejor era no tomar la salida este domingo. Enfrente hay otro objetivo importante: la Vuelta a España, donde buscará ser el primer ciclista que la gana cuatro veces seguidas. Algo que sí ha pasado ya en el Tour, pero no en la gran vuelta de nuestro país.

Pero también es verdad que el esloveno ha perdido –en realidad, la perdió ya hace días– la que probablemente fuese su última opción para terminar como ganador en París. A sus 32 años, tiene alguien en su propio equipo que va mejor que él cuesta arriba y es seis años menor, por lo que es de esperar que –sobre todo en caso de que finalmente Vingegaard se lleve el Tour– desde el equipo apuesten por él, que tiene más tiempo todavía de progresión y recorrido.

«Estoy muy orgulloso de la contribución que he hecho y espero que se pueda lograr este sueño amarillo y verde», aseguraba el propio Roglic en el comunicado del equipo. Ciertamente, mientras las fuerzas le han acompañado ha demostrado ser un campeón al que no se le caen los anillos en ayudar a un compañero. Más dramático ha sido lo de Steven Kruijswijk, que se tuvo que ir por una dura caída. Y su accidente podría estar relacionado con una protesta sucedida en plena ruta del Tour. En una recta a unos 65 kilómetros de meta, dos activistas con botes de humo se tendieron en mitad de la carretera instantes antes de que pasara la fuga. La seguridad de la carrera los apartó al instante ante la sorprendida mirada de Politt y Honoré, que los esquivaron sin más, pero apenas un minuto después se iban varios miembros del pelotón al suelo.

Todos se levantaron rápido menos Kruijswijk, que se quedó sentado y se echó mano a la clavícula derecha desde el primer momento. Cuando sucede, los ciclistas lo saben. Rara vez se equivocan. Así que el neerlandés tuvo que retirarse de la etapa y del Tour. También se cayó Van Aert en el mismo sitio, aunque se levantó sin consecuencias aparentes. Más trabajo le costó a Tiesj Benoot, que también sufrió otra caída anteriormente, e incluso el propio Vingegaard acabó tocando suelo. El líder fue rápidamente reintegrado en el pelotón y tampoco parece tener más que lo que en el mundillo se conoce como «chapa y pintura».

De este modo se iguala la balanza entre Jumbo-Visma y UAE, pero los neerlandeses han sufrido unas bajas importantísimas para la montaña. De hecho, de cara a los Pirineos apenas queda Sepp Kuss como escalador para poder arropar a Vingegaard en las fases finales de las etapas. Y el americano es tan bueno como inconsistente. Puede tener un día en el que ande más que el líder, y al siguiente desaparecer del mapa demasiado pronto. Para el llano y el terreno intermedio sí estará un Wout Van Aert que tendrá que multiplicarse por dos.

Y así llega el Tour a la tercera semana. Esta carrera es eterna y, para ganarla, todo tiene que salir perfecto. El Covid hizo estragos en UAE hace unos días. Veremos si a Jumbo y Vingegaard no les acaba doliendo la cabeza con lo que en principio era una intrascendente etapa llana en Carcasonne.

Y este lunes, día de descanso y ronda de test de antígenos para todos los participantes. Puede haber más de una sorpresa antes de las tres etapas en los Pirineos. Pero hay una certeza: Vingegaard está ahora más solo.

Esprint con máxima tensión en Carcassonne

La segunda semana del Tour de Francia terminó con una llegada al esprint, pero no tan masiva como cabría esperar viendo el desarrollo de la etapa. La primera mitad recordaba a un tedioso día similar a las jornadas iniciales en Dinamarca, con sólo una fuga de dos corredores. Pero el viento hizo amago de apretar durante los últimos 60 kilómetros y la tensión fue creciendo en el gran grupo. Benjamin Thomas trató de sorprender desde lejos junto a Gougeard, al que luego soltó para seguir en solitario. Fue cazado a 400 metros de meta por un pelotón desbocado en el que Jasper Philippsen logró ganar por muy poco margen ante Wout Van Aert. Mads Pedersen entró en tercera posición.