Deportes
Cómo educar a los padres en el deporte
La Fundación Mutua Madrileña presenta el libro “Manual para padres: deporte y valores” con la presencia de Emilio Butragueño, Eli Pinedo y Alberto Berasategui, entre otros.
“Yo he jugado en la calle y quería ganar, pero eso no significa que tuviera que pegar a nadie”, explica Emilio Butragueño. El director de relaciones institucionales del Real Madrid aprendió a jugar al fútbol entre regates a su perro en el pasillo de casa y partidos en campos de tierra. “El primer campo de hierba que pisé fue el de la Ciudad Deportiva a los 18 años”, explica. Y en ese camino siempre estaba la figura de su padre, que ahora tiene 92 años. “Me iba a ver a todos los partidos”, recuerda. Y nunca se le ocurrió gritar a un árbitro, a un entrenador, a un rival, a un compañero o a su propio hijo.
Ése ejemplo es el que busca el libro “Manual para padres: deporte y valores”, escrito por Guillermo Calvo y David García y editado por la Fundación Mutua Madrileña, que se presentó en el mismo lugar donde se asentaba la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, en la que Butragueño daba sus primeros pasos en el camino del fútbol profesional. “Los padres tienen derechos y deberes y es bueno que los ejerzan”, explican los autores del libro. Ellos, además, son entrenadores y formadores de entrenadores. “Les transmitimos que es importante que no vean al padre como un enemigo”, aseguran.
En el acto, presentado por el director de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, el representante de futbolistas Horacio Gaggioli explicó su visión de la importancia de los padres en el crecimiento deportivo de sus hijos. “Influye negativamente la actitud del padre. Es importante que sepa que no es entrenador, que no es formador y que tiene que crear buenas personas. El resto es labor del formador. He visto chicos de 16 o 17 años que se han quedado en el camino porque no soportaban la actitud de los padres”, explica. Él establece una norma con sus representados: “de lo deportivo me encargo yo”. “Los formadores saben más y yo sé cómo relacionarme con los formadores”, añade. Por eso no ha dudado en romper la relación cuando uno de sus representados o sus padres no respetaban las normas. “Si en un campo siento que el padre grita en contra del árbitro, del entrenador, de su hijo o de otros, llamo la atención. Y si continúa la actitud, me retiro del proyecto. No quiero trabajar con gente así”.
La escena es habitual en el fútbol, pero en deportes individuales en los que el padre espera convertir a su hijo en su plan de pensiones también sucede. “Hay padres que creen que tienen a Messi, a Ronaldo o a Nadal porque con 15 años ya tienen contratos de ropa o de raquetas. Se mueve tanto dinero que muchos pierden el espíritu del deporte. . Creen que les va a llevar a una situación económica mejor y que su hijo va a ser un ídolo. Cuando era junior he visto a una campeona de España dejarlo con 17 años por la presión del padre”, explica Alberto Berasategui. “En el Mutua Madrid Open hemos visto agresiones de un padre al “sparring” de su hijo. Ese padre tuvo que venir a un juicio y está inhabilitado de por vida para entrar en un club de tenis”, recuerda. Se refiere a Ivica, el padre del australiano Bernard Tomic, que en 2012 fracturó el tabique nasal de un cabezazo al jugador con el que entrenaba su hijo.
En otros deportes, el ambiente es más distendido. “Como jugadora no he percibido algo así”, afirma la ex jugadora de balonmano Eli Pinedo. “Sé que en el fútbol sucede, quizá porque los padres se olvidan de que lo más importante es que los niños disfruten En el balonmano no lo he apreciado”, asegura. “He tenido padres que han sido modelos para mí. Me han dado libertad de elegir deporte, de decidir en qué equipo jugar y los entrenadores que he tenido me han enseñado, además, valores de vida”, agrega. Y destaca la importancia de los padres como modelos. “Tu hijo ve cómo actúas. Nos quejamos de cosas que nos molestan de tus padres y luego somos calcos de ellos. Yo me quejaba de que mi madre era maniática colgando la ropa después de lavarla y yo hago lo mismo”, comenta divertida.
“En baloncesto no tenemos esos problemas. Pero Rafa García Cortés, que se encarga de las escuelas de fútbol si me ha dicho que a veces han tenido algún problema con los padres”, cuenta Rafa Rullán, ex jugador del Real Madrid de baloncesto y ahora presidente de las escuelas deportivas de baloncesto del Madrid.
Todos coinciden en que el deporte es una oportunidad para asumir obligaciones y aprender valores desde pequeños. “Convivir, tener objetivos comunes con los compañeros, la disciplina, el compromiso de ir a entrenar llueva o nieve”, dice Butragueño. “Adquieres valores durante toda tu carrera sin darte cuenta: respeto, compromiso, solidaridad, esfuerzo, ilusión. Lo vas adquiriendo y con el tiempo te sirve para cualquier cosa. Me doy cuenta ahora que me he retirado”, afirma Eli Pinedo.
El libro puede descargarse de manera gratuita en la web de la Fundación Mutua
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