¿El año del relevo?

Nadal, Federer, Djokovic y Murray comienzan 2018 con incertidumbre. El español debutará en una exhibición en Melbourne el 10 de enero.

Comienza la temporada tenística y la primera pregunta se repite. «¿Será el año del relevo?». Nadal, Federer, Djokovic y Murray han sido los indiscutibles reyes del circuito durante la última década y un poco más, y aunque los cuatro hayan superado ya la treintena, no ha llegado nadie por detrás lo suficientemente fuerte como para ocupar su lugar. «Es el momento de que la generación más joven podamos superarlos en los “Grand Slams”», afirma el austriaco Dominic Thiem, el único que logró vencer a Nadal en 2017 en tierra batida, en los cuartos del Masters 1.000 de Roma, aunque después fue barrido en las semifinales de Roland Garros, como ya había sido superado por el español en las finales de Barcelona y Madrid. Thiem despuntó más que nunca, lo mismo que el alemán Zverev, el más joven y al que todos miran para hablar del sucesor; Goffin terminó el curso venciendo a Rafa (aunque estaba lesionado) y a Federer; y Dimitrov fue campeón del Torneo de Maestros. Eso sí, los cuatro «grandes» se los repartieron Nadal y Federer. A dos semanas de que comience el Abierto de Australiano, el arranque de los cuatro mejores tenistas del mundo presenta ciertas incógnitas...

Pendiente de la rodilla

2017 fue inolvidable para Nadal. Un año 10, pues conquistó su décimo Roland Garros, unido, entre otros trofeos, a otro «Grand Slam», el Abierto de Estados Unidos. Recuperó la salud para poder competir y, con confianza, resurgió el campeón que lleva dentro, y que le hizo volver a ser el número uno del mundo. La larga temporada le terminó pasando factura y terminó con molestias en una rodilla de las que le costó recuperarse. Su andadura iba a comenzar en diciembre con el torneo no oficial de Abu Dabi, para esta semana participar en Brisbane. Renunció a ambos, pero no irá al Abierto de Australia desde cero. La exhibición llamada «Tie Break Tens», que se disputa en Melbourne el 10 de enero, ha confirmado la presencia de Rafa. Se disputan partidos al mejor de 10 puntos, no son duelos propiamente dichos, pero al menos el español podrá probarse.

Rebaja las expectativas

Junto a la de Nadal, la «resurrección» de Federer también sorprendió en el año que acaba de terminar. Conquistó el Abierto de Australia y Wimbledon y apenas tuvo una derrota dolorosa, en las semifinales del Masters contra Goffin. El reto de repetir algo parecido en 2018, donde cumplirá 37 años, es casi imposible de realizar. «Es difícil imaginar que jugaré tan bien como el año pasado. La temporada fue mágica, tengo que tratar de mantenerlo fresco, hacerlo lo mejor que pueda y a ver lo que sucede», asegura el suizo, que repetirá estrategia, seleccionará sus torneos y se saltará de nuevo toda la temporada de tierra batida.

¿El gran regreso?

Si 2017 fue el año del despertar de Nadal y Federer, también fue el de la caída de Djokovic. El serbio había sido el gran dominador los tres cursos anteriores, pero se agotó física y mentalmente después de conquistar por fin Roland Garros, el único «grande» que le faltaba en 2016. Una lesión en el codo le obligó a parar definitivamente. No juega desde julio, y está por verse si ha descansado su cuerpo y su mente. «Ahora será más peligroso que nunca», afirma Thiem. De momento, Djokovic renunció a la exhibición de Abu Dabi y a Doha, aunque, como Nadal, estará en el «Tie Break Tens» de Melbourne.

Pendiente del calendario

Murray tampoco juega desde el pasado Wimbledon, por una lesión de cadera. De momento, no se ha operado, incluso se especuló con que estaría otros seis meses de baja, pero se dejó ver en Abu Dabi (perdió con Bautista) y esta semana juega en Brisbane, donde debuta mañana ante Harrison. Lo que sí ha anunciado es que revisará su habitual calendario. «Jugaré menos, para dar tiempo a mi cuerpo a descansar y recuperarse», dice el británico, el anterior número uno antes de Rafa.