Colombia
El Chiringuito de Pedrerol: «Nacido para el Madrid»
James Rodríguez perdió ante Brasil, pero no salió derrotado. Su carácter ha asombrado al mundo del fútbol.
James va a llegar muy lejos. Salió entre lágrimas del Mundial, eliminado en cuartos de final por Brasil. Pero no se marchó derrotado. Ni mucho menos. Todavía es el máximo goleador del campeonato. Y fue el mejor no sólo de Colombia, sino del partido. Volvió loca a la defensa de Scolari una y otra vez, porque tiene muchísima calidad. Y marcó su sexto tanto del torneo tirando el penalti con mucha seguridad. Un lanzamiento magistral. Pero lo que sorprendió de James fue su actitud. Dio la cara siempre. Se echó a su equipo a la espalda. Demostró delante de cientos de millones de espectadores en todo el mundo que no se arruga en las grandes citas. Que no le tiemblan las piernas en situaciones de máxima presión. En definitiva, que no se esconde.
James exhibió su personalidad. Fue un valiente sobre el césped, como si llevara toda la vida jugando partidos así. Sin ningún miedo a fallar. Tardó en aparecer, porque Brasil le pasó por encima a Colombia en la primera parte. Pero no se rindió y terminó siendo un quebradero de cabeza para toda la «canarinha». El gesto de David Luiz al final del partido, cuando se cambiaron la camiseta, resume la admiración que ha despertado James en todo el mundo del fútbol. El héroe de Brasil, con su golazo de falta, señaló a James pidiendo reconocimiento a la grada del estadio Castelao. Y un veterano como Dani Alves acudió a darle un abrazo y a consolarle al final del partido. «Me dijeron que era un super jugador y me llena de orgullo», reconoció, muy emocionado. Brasil tocó el cielo en cuartos de final... pero James Rodríguez se lo ganó.
El partidazo dejó claro que el «10» de Colombia no es un fubolista más. Tiene hambre de victorias, como demuestra su llanto inconsolable al final tras caer ante la favorita. Y también posee la fortaleza mental necesaria para ascender a lo más alto. Quería que todos los balones pasaran por él. Está a seis días de cumplir 23 años, pero ya tuvo el descaro de abroncar a Freddy Guarín, más experimentado, por tirar a portería en vez de pasarle el balón. Le encomendaron ser el líder de Colombia y ha respondido con creces.
Por si no fueran bastante su fútbol atrevido y su carácter, el Real Madrid también valora, y mucho, sus guiños a su «ídolo» Cristiano Ronaldo. Esos detalles siempre son muy bien recibidos en el club merengue. Además, James repite que le tira más el blanco que el azulgrana, aunque su madre Pilar intentara suavizar sus preferencias la otra noche en El Chiringuito de La Sexta.
Al Santiago Bernabéu han llegado muchas supuestas estrellas que no pudieron superar el miedo escénico que provocaba el estadio. Es un campo que intimida a los futbolistas visitantes, pero que también puede agarrotar a los propios jugadores del Real Madrid. Pero James Rodríguez ha exhibido ya la confianza y el arrojo necesarios para que su fichaje se haya convertido en objetivo para el club campeón de Europa. No se van a pagar en absoluto los 75 millones de euros que se deslizan desde Mónaco, pero, sin duda, el colombiano es la clase de jugador que suele gustar en Concha Espina. Alguien nacido para jugar en el Real Madrid.
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