Real Madrid
El día que Fede Valverde le hizo un caño a Zidane
En todas las historias que se cuentan de Fede Valverse se repite la misma palabra: timidez. Que el día que le ve Nestor Gonçalvez para hacerle una prueba para el Peñarol apenas se movió junto a un árbol, muerto de vergüenza, acompañado de su madre; que el día que debuta en una convocatoria de la selección absoluta de Uruguay, Cavani le hace ponerse rojo; que no hablaba, que era un pajarito, que hasta que no le cambió la voz no dio un paso adelante, siempre intentando no llamar la atención, no equivocarse. «Valverde vino de Uruguay como un jugador prometedor y muy tímido, algo que puede que seguramente haya demorado su evolución, todo el mundo habló siempre maravillas en España y Uruguay de él, pero no acababa de expresarlo en toda su dimensión hasta que lo vi ante el Granada y me pareció deslumbrante su actuación» describía Jorge Valdano en El Transistor acerca del futbolistas revelación del Real Madrid. De un plumazo, ha aparecido.
«Al principio era tímido y me costaba, me costaba tener una conversación con otros compañeros», ha confesado con la selección uruguaya con la que está por el parón de partidos internacionales, pero ahora, se atreve, presiona y tira del equipo. A un grupo de futbolistas que parecía anclado en las tres Champions y sin capacidad para cambiar el modo de jugar, Fede Valverde le ha dado un empujón, atrevimiento, ha llevado la modernidad, como le describe Zidane al grupo. «Es buenísimo que un técnico como él hable bien de mí, pero hay que mantenerse perfil bajo. Me pide que aproveche mi físico para presionar, ir y volver. También que trate de llegar al área y siempre bromea con que dispare al arco porque en los entrenamientos lo reviento, poco a poco me voy a ir soltando», continuaba ayer el futbolista en Uruguay.
La revista uruguaya Referi cuenta el asombro que le causó a Nestor Gonçalves. «Esos pibes que generan asombro no se te olvidan. Lo trajeron a Las Acacias con nueve años. Había que sacarle palabras con tirabuzón. Mi padre dijo: ‘‘Che, cómo juega ese flaquito. Usted es la mamá, cuide que no pierda la humidad”». Valverde, a cambio, le regaló una taza con un lema: «Gracias por enseñarme a volar: Federico Valverde y flía (Pajarito) Feliz cumple 27/09/2011».
Valverde fue fichado por el Real Madrid en esa política de fichajes de jóvenes que apuntan alto y después fue cedido al Depor para que tuviera minutos. Sus padres, que le acompañaban en Madrid, le dijeron que se volvía entonces a Uruguay, que ya había madurado y que podía manejarse solo. Él les contestó que ni hablar, que después de lo que habían peleado por él (su madre vendía juguetes, su padre vigilaba en un casino) no iba a dejarles así. Les compró una casa y él vivió con su novia en otra. Creció en La Coruña como ha ido creciendo en Madrid. «Me siento cómodo en cualquier lugar del mediocampo. Zidane me pone de ‘5’ o de ‘8’, me siento cómodo, seguro a la hora de jugar, con ganas de llegar al área rival. Me pide que dé lo mejor de mí, lo que soy en los entrenamientos y cuando un técnico te brinda esa confianza te ayuda», decía.
Según la revista Referí, un día en un entrenamiento le hizo un caño a Zidane. «¿Sabes a quién le has hecho un caño?», le preguntó asombrado Marcelo.
No se cuenta si, entonces, Valverde se puso rojo.
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