Buenos Aires
El laberinto de su recuperación
Leo Messi no ha perdido la sonrisa. Al menos eso dicen sus compañeros en el vestuario estos días. La procesión dva por dentro. Se le ha acabado el fútbol hasta el próximo año. El bíceps femoral le ha vuelto a jugar una mala pasada. La pesadilla de las lesiones está a la orden del día en la cabeza de la «Pulga». Tiene el músculo roto y tendrá que estar dos meses sin jugar con la pelota, lo que más le gusta. Para curarse, Messi se ha puesto a las órdenes de los servicios médicos del Barça, pero también escucha a los de la Federación Argentina (AFA), en los que, a día de hoy, parece confiar mucho más.
La fase inicial de su recuperación la está haciendo en Barcelona. Se somete a diario a sesiones de fisioterapia para intentar que la herida cicatrice cuanto antes. Ricard Pruna, médico del primer equipo, está supervisando todo el proceso. Pero Luis García, kinesiólogo de la AFA, ha llegado a Barcelona para dar apoyo al futbolista y, para qué engañarse, para ser los ojos de Daniel Martínez y Alejandro Rolón, máximos responsables médicos de la selección albiceleste para el próximo Mundial.
En el Barça dicen estar tranquilos con la presencia de García. Las pautas en la recuperación de Messi las está marcando Pruna, que también viajará a Buenos Aires el 1 de diciembre junto al jugador. Porque la «Pulga» ha decidido huir de Barcelona para afrontar la fase final de la recuperación en su país, donde parece estar más tranquilo. Se ejercitará en las instalaciones de la AFA entre semana y pasará los fines de semana en Rosario.
Junto a Pruna, está previsto que también viaje Elvio Paolorrosso, preparador físico de cabecera del Tata Martino, y que se añade al abanico de profesionales que rodean a la estrella argentina en todo este proceso. Una voz más que escuchar. Y no son pocas.
Juanjo Brau ha sido la sombra de Messi en los últimos años. Ha sido su recuperador de confianza y ha viajado con la «Pulga» a todos los rincones del mundo, estuviera lesionado o no. Los cambios habidos esta temporada en el cuerpo técnico le han obligado a asumir más responsabilidades, lo que ha provocado un alejamiento evidente con el jugador. Una situación desmentida por el entorno de Messi en un comunicado. No está claro que Brau viaje a Buenos Aires, aunque desde el club deslizan que así será.
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