Real Madrid
El nuevo Benzema: finísimo y motivado
El delantero cuida más que nunca su preparación física, su segundo hijo le ha aportado madurez y está empeñado en dar su mejor versión para seguir en el Real Madrid y mostrar a Francia lo que se están perdiendo
El delantero cuida más que nunca su preparación física, su segundo hijo le ha aportado madurez y está empeñado en dar su mejor versión para seguir en el Real Madrid y mostrar a Francia lo que se están perdiendo.
En los vídeos de algunos de sus primeros goles con el Real Madrid, Benzema se parece físicamente a Ronaldo Nazario. Ahora, con los 31 años ya cumplidos, no hay ni rastro del Karim «gordito», todo lo contrario. El francés está finísimo y los que lo ven de cerca en Valdebebas alucinan con su nuevo cuerpo. Está más definido que nunca en su carrera y por eso se le nota más ligero y rápido en el campo. Se cuida como nunca y ha reducido al mínimo el porcentaje de grasa de su anatomía. La parte física es una de las claves del resurgimiento del delantero, que también ha mejorado mucho en el aspecto mental. Hace poco ha sido padre por segunda vez y ha alcanzado una madurez personal desconocida. Es consciente de su responsabilidad después de la marcha de Cristiano y se ha echado el equipo a su espalda en los últimos tiempos.
Nunca va a ser un goleador del calibre del portugués, pero, de momento, ya suma un gol más que los que llevaba CR7 a estas alturas de LaLiga pasada. Con los dos al Espanyol, Karim cuenta nueve tantos, mientras que Ronaldo sólo había hecho ocho en la jornada 21 del curso 2017-2018. No es uno de los capitanes, pero sí está entre los pesos pesados del grupo y ejerce como tal. Vinicius reconoció en Cornellà que se entiende muy bien con él sobre el césped y que, fuera del mismo, el francés ha hecho todo lo posible para la adaptación del chaval.
Benzema se considera un «nueve» con alma de «diez» y habitualmente se le ha definido como un «nueve y medio». No tiene tanto colmillo en el área como los delanteros puros, pero a cambio es un generador de juego fantástico desde la mediapunta. En estos últimos partidos ha conseguido encontrar el equilibrio perfecto entre estas dos facetas y como ejemplo están sus noventa minutos en el estadio del Espanyol. Frente a los periquitos Karim repartió 54 pases buenos, una cifra que supone su récord desde que juega para el Real Madrid. Conectó con todos, activó a sus compañeros de ataque y cuando se metió en el área fusiló sin piedad a Diego López. Eso es lo que le pedían sus críticos y vaya si se lo está dando.
El rechazo como gasolina
Quiere reivindicarse después de tantas dudas generadas por algunas etapas de su carrera en las que no ha estado tan centrado como ahora. Quiere mostrar su mejor cara y para ello se prepara a conciencia. Su deseo es retirarse en el Real Madrid o al menos quedarse mucho tiempo, y para que eso suceda es consciente de que debe dar su mejor nivel. La motivación la encuentra también en el rechazo que sufre desde su país tras el asunto del presunto chantaje a su compañero Valbuena. Siente que han sido demasiado duros con él (fue apartado de forma fulminante y para siempre de la selección) y se esfuerza para enseñarles todo lo que se están perdiendo sin haber una condena firme de por medio. Por todo eso se cuida más que nunca y ha pasado a destacar en las pruebas físicas.
Zidane era un enamorado del juego de su compatriota y con Solari también es un indiscutible. «A los que nos gusta el fútbol disfrutamos con él, aunque no marque. Le da otras cosas al equipo», decía Zizou... El último partido lo confirma.