En el Villamarín, el discurso de Quique Setién empieza a perder adeptos al ritmo que se van escapando los partidos, los títulos y los puntos. Por eso la derrota del Betis contra el Getafe despertó el enfado de la grada: "¡Quique vete ya!,", ha gritado el estadio. Está siendo la gota que colma el vaso, el no va más, que se suma a derrota contra el Valencia en semifinales en Copa el pasado jueves y a la eliminación de la Liga Europa.

El Betis ha perdido la magia que tenía, ya no le sale el fútbol combinativo de antes y los partidos ante los rivales rocosos se le atragantan. El Getafe es uno de ellos, uno de sus principales competidores para los puestos de Liga Europa (aunque el conjunto del sur de Madrid aspira ya a Champions) y el Betis no ha tenido respuesta, al menos en la primera parte. Los tantos de Cabrera y Mata han sido un losa excesiva para los verdiblancos. Joaquín redujo diferencias en la segunda mitad, pero no fue suficiente.

Sin capacidad de reacción y con la impresión de que el equipo se va a la deriva. Y los dedos señalan a Quique Setién.