Real Madrid
Enero, el último tren para Isco
Los partidos de Copa son su gran oportunidad. Él está dispuesto a pelear
Los partidos de Copa son su gran oportunidad. Él está dispuesto a pelear.
El jueves, el Real Madrid abre el año contra el Villarreal y desde ese día, si todo va bien en la Copa, va a tener un mes a todo ritmo, un mes obligado de rotaciones y un mes, por tanto, para que Isco coja el que puede ser su último tren para engancharse al equipo de Solari. Dos veces ha sido titular con el argentino: en el choque contra el CSKA, que no valía para nada; y en la vuelta de la Copa contra el Melilla, que tampoco valía para mucho. El resto de encuentros, o ha estado fuera de la convocatoria o ha tenido pocos minutos o ha visto desde el banquillo cómo el entrenador iba cambiando futbolistas sin dirigirse a él en ningún momento para sacarle al campo.
Está claro que Solari no le tiene entre sus planes, pero con tantos partidos en tan poco tiempo, Isco va a tener oportunidades casi por obligación, sin que se pueda evitar. El Madrid juega Liga jueves y domingo; y el miércoles 9 recibe al Leganés en Copa. Después, partido en el campo del Betis y otra vez el Leganés entre semana. Y si va pasando eliminatorias, es así hasta que a mediados de febrero empiece la Champions. La Copa va a ser el refugio de Isco, pero sobre todo, su oportunidad, ahora que tanto necesita una. «Claro que quiero continuar en el Real Madrid para seguir ganando títulos», aseguró ayer en Cuatro, en su llegada a la capital, antes de volver a los entrenamientos.
El jugador ha ido perdiendo importancia y ha ido ganando nerviosismo hasta enfrentarse con la grada y verse superado por la situación. Tanto ha cambiado su jerarquía en el vestuario que hubiese sido una sorpresa que se marchase ahora en el mercado de invierno. No entraba en ningún plan, pero en el fútbol todo puede pasar. Él lo negó ayer. «Para nada me voy a ir. Estoy muy feliz», dijo. En el plan del club tampoco se contemplaba su marcha, pues se considera que aún queda mucho por disputar y su papel en el equipo tiene que ser decisivo antes o después. Tanto él como Asensio han pasado por una zona de sombra, pero no se duda de que los títulos llegarán con más facilidad si ambos están en forma e implicados como el resto de la plantilla.
En el año del doblete, con Zidane en el banquillo, Isco tampoco formaba parte del plan principal del entrenador francés. Sin embargo, sus partidos cuando los titulares descansaban obligaron al técnico a cambiar de opinión. Isco lideró al equipo en campos como La Coruña o Gijón y después acabó jugando de titular en la final de Cardiff, porque no serlo, en su estado de forma, dejó de ser una posibilidad.
Zizou nunca fue un enamorado del centrocampista y le costaba hacerle sitio en el equipo desde el principio, incluso después de su magnífico 2017. También la temporada pasada tuvo un despertar tardío: fue en un amistoso de España contra Argentina en marzo. Los tres goles que marcó casi obligaron de nuevo a Zidane a convencerse de que en el Madrid también podía ser más útil de lo que era.
En las oficinas blancas se piensa que esa situación puede repetirse a lo largo de esta campaña. Es verdad que la distancia entre Isco y Solari es mayor que la que había entre el entrenador francés y el futbolista, pero si el centrocampista da en la Copa del Rey el nivel que es capaz de ofrecer, Solari va a tener muy complicado justificar su suplencia.
El entrenador argentino está cansado de la polémica en torno al futbolista. Cada vez que comparece ante la Prensa tiene que responder acerca de la suplencia o de por qué le deja fuera de la convocatoria. Siempre intenta dar una respuesta en global, hablando de todo el equipo, que todos pueden ser titulares o suplentes, que es cuestión de momentos. Si Isco aprovecha este mes, su momento volverá.