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Competición

El español Alex Palou gana las 500 Millas de Indianápolis

Después de 200 giros rodando a más de 350 km/h el piloto se convirtió en el primer español en vencer en esta mítica carrera americana. Se estima una ganancia superior a los dos millones de dólares. Se une al club de vencedores como Andretti, Fitipaldi o Al Unser

IndyCar Indy 500 Auto Racing ASSOCIATED PRESSAP

El automovilismo español escribió esta noche, 25 de mayo, un capítulo más en su historia. Por primera vez, un piloto nacional ganó las míticas 500 Millas de Indianapolis, una prueba que otros españoles no pudieron conseguir, entre ellos, Fermín Vélez, Oriol Servià o Fernando Alonso. A sus 28 años, el de San Antonio de Vilamajor hizo un auténtico carretón con 20 giros finales en los que tuvo que gestionar la presión del también ganador, Marcus Ericsson. Su equipo, Chip Ganassi, es siempre uno de los grandes favoritos y esta vez lo hizo con el piloto español, que en su tercera participación ha logrado esta impresionante victoria.

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Desde muy pequeño trató de seguir la senda de referencias como Fernando Alonso o Carlos Sainz. Talento no le falta y capacidad de trabajo tampoco. Se subió a un kart a los cinco años y desde entonces no se ha bajado del coche. Lo descubrieron Genís Marcó y Adrián Campos, los mismos que a Fernando Alonso. Palou nació en 1999 cerca del circuito de Cataluña, en la localidad de Sant Antoni de Vilamajor, cerca de Montmeló y más cerca todavía de Cardedeu, el pueblo de Pedro de la Rosa, donde Palou dio sus primeros pasos en sobre un kart. Su familia, trabajadora con una pequeña empresa, le apoyó desde el principio, pero no son los millonarios que últimamente campan por la F1.

Alex disputó la F3 española, la GP3 internacional en la que ganó carreras como la de Abu Dabi el mismo día que Esteban Ocon, hoy en Haas, conquistaba el título. También alcanzó la F2, la puerta de entrada de la Fórmula 1, sin demasiada suerte y no pudo continuar corriendo en Europa. Fue entonces cuando decidió marcharse a Japón para correr un campeonato denominado SuperFórmula, un certamen de monoplazas muy seguido en Asia. Allí triunfó y pronto entró en la órbita de Honda, el fabricante de coches, que lo consideró una estrella a la que ayudar. Fue el gigante japonés el que le propuso correr en Estados Unidos la IndyCar, la F1 de allí, aunque no tenga el mismo desarrollo tecnológico ni mueva los presupuestos que hay en la F-1. Honda lo llevó a uno de sus equipos, el Dale Coyne Racing y allí maravilló a todos por su talento, su velocidad y su forma de conducir. Tanto, que, desde 2021, ya forma parte del mejor equipo de esta competición, el Chip Ganassi Racing, cuyos motores son suministrados por Honda. Vive en Charlotte, Carolina del Norte, y es toda una estrella que estuvo a punto de recalar en el equipo McLaren de Fórmula 1 de no haberse colado en su camino, repentinamente, Oscar Piastri. Porque Zak Brown, jefe de McLaren F1, lo consideraba uno de los mejores del mundo, pero el catalán se cansó de esperar su oportunidad y rompió el contrato. Muchos consideran que la Indy no es comparable a la F1, pero su dificultad es extrema. La prueba está en las dos incursiones que ha hecho Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis. Hoy ha hecho historia.