Griezmann es el hombre

El jugador del Atlético está siendo el más decisivo de la selección francesa

Francia tiene toda la responsabilidad en el partido de hoy, porque juega en casa y porque el rival es infinitamente inferior. Pero la selección de Deschamps no se confía: aún no ha mostrado su mejor cara y, lo que es peor, no está claro que la tenga. Es un equipo de instantes, muy físico y que ha descubierto que depende de Griezmann para ganar. De siete remates a puerta que ha hecho el delantero, ha marcado tres goles y puede convertirse en el máximo goleador de la competición. «Ése no es mi objetivo. Mi objetivo es mejorar cada partido y es lo que estoy haciendo. Voy a seguir así y a ver dónde estoy al final del torneo. Al principio de la competición no estaba en mi mejor momento. Me siento mejor cada día que pasa y los goles me han dado mucha confianza», decía el delantero después de la clasificación para octavos. En Francia le han dedicado una canción que su hermana le mandó en un mensaje: «Es el hombre», dice el estribillo.

Iba a ser la Eurocopa de Pogba, el futbolista que despierta todos los deseos de los grandes equipos europeos en este mercado de verano, pero el centrocampista no termina de romper, mientras que Griezmann, al que el Atlético ha renovado, sí que ha dado lo que se esperaba de él. «Estoy muy feliz. Intento responder todos los mensajes de ánimo que recibo a través de las redes sociales y en el estadio con mis actuaciones sobre el campo. Intento ofrecer mi mejor versión», cuenta. Cuando Deschamps le dio más libertad y le acercó a Giroud mejoró su rendimento. El alto delantero centro francés atrae a los centrales rivales y eso lo aprovecha el futbolista del Atlético para romper con su velocidad y buscar las mejores posiciones de remate. Cuando le llamó Deschamps, Griezmann le dijo que estaba dispuesto a jugar en cualquier posición, con tal de jugar. Ahora el técnico sabe que si quiere llegar lejos le necesita lo más cerca de la portería rival.

Hoy no va a ser un día fácil para Griezmann porque le espera una batalla contra un equipo especializado en defender. «Francia tiene mejores individualidades, nosotros mejor equipo si hablamos en el sentido colectivo», decía Heimir Hallgrimson, uno de los entrenadores de Islandia. Y tiene razón. A Francia le cuesta mucho jugar con sentido y depende de la inspiración de sus jugadores. Islandia sabe que con la inspiración de sus futbolistas no va a ningún lado y necesita el sudor. La selección revelación del torneo quiere aprovechar los primeros minutos para sorprender al rival. A Francia le cuesta meterse en los partidos. Sólo al final le entran las urgencias. «Tenemos que mejorar en eso», decía Griezmann.

Todas las miradas francesas están en él y por eso asume la responsabilidad. Con el Atlético de Madrid ha jugado una final de la Champions, ha madurado como futbolista y su ambición no tiene límites: «Sería un fracaso caer. Es un sueño jugar los cuartos de final en casa, delante de tus aficionados. El problema no es el rival, lo que importa es darlo todo e intentar ganar», dice Griezmann.