¿Último partido para los ultras croatas?

Contra la República Checa, Croa-cia se dejó empatar un partido que tenía ganado, en parte, por la desconcentración de sus futbolistas tras los incidentes que protagonizaron sus ultras. Habían planeado parar el partido con bengalas, lo consiguieron y durante esos diez minutos, los jugadores croatas vigilaban al árbitro, temiendo que suspendiera el partido y, como consecuencia, recibieran una sanción grave. El partido se reanudó hasta el final y ayer la UEFA confirmó que la sanción a Croacia dista mucho de la sanción con la que amenazó a Rusia: castigó a la Federación que preside Davor Suker con 100.000 euros y con la amenaza de no permitir la venta de entradas a los aficionados ultras si vuelven a protagonizar algún incidente. Pero para el duelo de esta noche contra España, ya se les han vendido entradas. O sea, que puede suceder cualquier cosa esta noche.

Los ultras de varios equipos croatas, que durante la temporada se odian y no pueden verse, han planeado, en la Eurocopa de Francia, hacer el mayor daño posible a los dirigentes de su Federación. El lanzamiento de bengalas, en el segundo encuentro de su selección, estaba programado y para el choque de hoy había un plan bastante pensado, con un boceto del estadio, en el que estaban perfectamente distribuidos los aficionados en su fondo y algunas fuentes aseguran que el plan era llegar hasta el estadio donde se encontrará Davor Suker.

Los jugadores intentan mantenerse al margen de lo que hacen los aficionados. Saben que poco pueden hacer, porque no responden a sus peticiones de calma y tranquilidad. Tienen un plan. Habrá que ver si lo llevan a cabo.