Pilotos
Ferrari no olvida a Alonso
El bajo rendimiento de Vettel pese a contar con el mejor coche de la parrilla, la salida de Kimi en 2019, el título cada vez más imposible... podrían provocar el regreso del español en 2020.
El bajo rendimiento de Vettel pese a contar con el mejor coche de la parrilla, la salida de Kimi en 2019, el título cada vez más imposible... podrían provocar el regreso del español en 2020.
En 1979 Jody Scheckter logró el título de pilotos con Ferrari y desde ahí la escudería italiana atravesó una de sus peores etapas. Tardó 21 años en lograr una nueva corona, esta vez con Schumacher, y aquello supuso una etapa dorada para la «Scuderia» que más tarde sumó cinco campeonatos seguidos. Hasta que en 2005 aparecieron Renault y Fernando Alonso y sumieron al equipo en una crisis que prácticamente todavía continúa porque el cetro conquistado por Raikkonen en 2007 fue más bien un regalo de McLaren, que se dejó llevar por políticas discutibles permitiendo la lucha entre sus pilotos. Desde entonces Ferrari no ha ganado nada, aunque el mundial de constructores conseguido en 2008 signifique mucho en Italia.
Ferrari y su dimensión en la F-1 van mucho más allá del resto de escuderías y a su alrededor cualquier problema se convierte en una cuestión de Estado. La salida de Alonso en 2015 supuso un gran revés porque hay pocos pilotos en la historia de la F-1 que hayan decidido dejar el equipo. El asturiano no dispuso de un coche superior en ninguna de las temporadas que vistió de rojo. Sus Ferrari durante cinco años no disfrutaron del dominio que en algún momento ejercieron otros como Red Bull, Mercedes, Williams en la década de los 90 o McLaren poco después. Pero ese momento llegó y lo hizo en 2018. El Ferrari de la actual campaña es considerado por todos en el Mundial como un monoplaza más completo que el Mercedes que conduce Hamilton, pero las cuentas no salen.
Sin influencia
El piloto estrella de Ferrari se ha dejado por el camino muchos puntos de la forma más absurda, y eso, en Italia, es mal asunto. En Maranello están acostumbrados a tener a los mejores pilotos y en la sede del equipo reconocen que la etapa de Alonso fue una de las más brillantes en ese sentido. En cinco años el asturiano apenas cometió errores de conducción ni sufrió accidentes que no fueran debido a colisiones. Por supuesto, ninguno de esos errores apareció en momentos cruciales en los que se jugó el campeonato en los años 2010 y 2012. Al menos, directamente achacables al piloto fueron aquellos accidentes que Alonso sufrió en la clasificación del Gran Premio de Mónaco de 2010 y que le costó salir en la última posición en parrilla. Eso sí, remontó hasta la sexta plaza en una carrera que podría haber terminado en el podio. O la salida de pista que sufrió en Bélgica ese mismo año. Y ya en 2013, un error de cálculo en la frenada con Vettel le costó romper su alerón delantero, lo que provocó una salida de pista posterior. Y si nos referimos a dos o tres errores en cinco años, los de Vettel se multiplican por tres en cuatro años que lleva en Ferrari. Y en momentos muy importantes que le pueden costar el título de 2018 teniendo el mejor monoplaza.
En Ferrari echan de menos la destreza y consistencia de Alonso y ya nadie descarta que ambas partes hayan hablado para recalar en Italia si las cosas con Vettel se complican. Tienen a Charles Leclerc para 2019, sin embargo, puede que todavía sea muy joven para entrar en la batalla por el título. Y la llegada de Leclerc es un síntoma de la debilidad de Vettel en Maranello, ya que el alemán prefería tener a Raikkonen como compañero.
El asturiano no estará en la F-1 el próximo año, pero si se dan las condiciones que busca con un buen coche, podría regresar en 2020. Ayer en Italia, tras la exhibición de Alonso en Singapur quedando séptimo con un coche muy inferior a otros, lo consideraban uno de los tres únicos pilotos de la historia capaces de hacer cosas increíbles sin tener el mejor coche. Capaz de estar muy por encima del rendimiento del monoplaza. Y lo reconoció uno de los medios italianos más influyentes, que calificó de extraordinario el rendimiento de Alonso en Singapur (sin tener un Mercedes, un Ferrari o un Red Bull) al acabar por delante de pilotos con coches muy superiores. 2020 puede ser el año de regreso al lugar de donde nunca debió salir.
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