Fútbol
La primera final para España
Grecia es el primer paso para que España pueda llegar directamente al Mundial. Un error la puede dejar fuera. Luis Enrique elude la presión
España se juega la presencia en el Mundial en dos fases. La primera, esta noche contra Grecia en Atenas (20:45, La 1). Un rival al que a la Roja le costó desarmar, y no lo consiguió del todo, en el partido de ida disputado en Sevilla. El último de Sergio Ramos como titular con España.
Los griegos buscaban salir de la costumbre que les llevó a ser campeones de Europa en 2004, la de jugar con todos atrás y esperar un milagro arriba. Y se fueron a buscar un entrenador neerlandés, John Van’t Schip, aunque nació en Canadá y hasta los nueve años no llegó a los Países Bajos.
Van’t Schip se crió en la cantera del Ajax, debutó en el primer equipo con Marco van Basten y llegó a ser compañero durante dos años de Johan Cruyff, que luego fue su entrenador y su mentor.
Después de abandonar el fútbol como jugador –fue campeón de Europa con Holanda en 1988– comenzó su carrera en los banquillos y fue Cruyff el que lo recomendó para dirigir a las Chivas de Guadalajara cuando ejercía como asesor del equipo mexicano.
En su paso por México aprendió español, pero el fútbol lo encaminó hacia Grecia, con la que ahora trata de llegar al Mundial, aunque sea a través de la repesca. Si Grecia derrota a España, aún tiene opciones de llegar a Qatar en 2022.
«Hay un plan y todos los jugadores lo tienen bien estudiado», advierte el preparador de los griegos. «Sabemos que les gusta tener el balón, por eso tenemos que defender tan arriba como sea posible para crear ocasiones de peligro», asegura.
«Grecia estará motivada, es muy buen equipo defensivo y nos va a costar cuando tengamos el balón y cuando no lo tengamos porque saben qué hacer con él», explica Luis Enrique, que trata de huir de la palabra presión. La más comentada en la conferencia de prensa previa al partido.
«Bendita presión», dice. «Os veo un pelín preocupados por la presión. Llevo de jugador quince años y de entrenador, diez o doce. El problema es cuando juegas en un equipo y no hay presión. Este equipo ha demostrado que con presión rinde. Sin presión no seríamos la selección española», reconoce.
España tiene que ganar a Grecia si Suecia gana en Georgia para llegar con opciones de clasificación directa a la última jornada contra los suecos. La repesca la tiene asegurada al haber sido uno de los dos mejores campeones de grupo en la Liga de Naciones.
«La ilusión que tenemos todos por ganar estos dos partidos es tan grande», advierte el seleccionador. «Nuestra responsabilidad es representar a nuestro país a través de lo mejor que sabemos hacer, que es jugar al fútbol. No hay ningún partido en el que no hayamos sentido esa responsabilidad. Quizá el error es mío por ser tan sincero el día de la lista. Voy a empezar a soltar más topicazos», dice el seleccionador, convencido de la victoria. «Soy muy happy. Hay que ser optimista», dice.
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