Final Copa del Rey

Betis-Valencia: la batalla de los estilos

La final de la Copa del Rey con Pellegrini y Bordalás supone el choque de dos filosofías tan antagónicas como legítimas: al éxito se llega por muchos caminos

Es lo de Simeone contra Guardiola, pero a escala nacional: Manuel Pellegrini y José Bordalás, los entrenadores que dirigen a Betis y Valencia en la final de Copa, preconizan dos estilos diametralmente opuestos. El chileno suele optar por el rodillo ofensivo y al levantino le gusta sembrar el campo de trampas para elefantes. No se entienda este análisis como una toma de posiciones, sino como la constatación de que el fútbol sigue siendo una actividad en la que el uso de cualquier herramienta es legítima para desenterrar el grial del resultado. En el caso concreto de hoy, un título de Copa que garantiza plaza europea para la próxima campaña.

Las consideraciones previas, al menos las inmediatas, apuntan a un favoritismo bético. Los verdiblancos, quintos, exceden en la rotunda cifra de quince la puntuación del Valencia, décimo, y el enfrentamiento liguero disputado por ambos en el Benito Villamarín –se volverán a ver en Mestalla en la antepenúltima jornada– se saldó con un rotundo 4-1. La historia, por el contrario, habla de una preeminencia ché y no sólo porque cuadruplica con ocho los dos títulos de su rival, sino porque en nueve enfrentamientos coperos, sólo una vez sonrió el éxito a los andaluces: en los octavos de final de la última edición de la Copa del Generalísimo, la 1975/76.

La final llega salpimentada con declaraciones punzantes por ambos bandos. Desde hace semanas, el habitualmente comedido Manuel Pellegrini alude a «provocaciones» y «pérdidas de tiempo» a las que el Betis deberá hacer frente para superar al taimado Valencia. Ayer, José Bordalás y su capitán, José Luis Gayá, respondieron por derecho: el técnico denunció la proliferación de «manifestaciones irrespetuosas» con el objetivo de «condicionar el arbitraje» de Hernández Hernández y el lateral zurdo ironizó sobre los análisis post-partido: «Si ganamos será porque somos antideportivos y si gana el Betis será porque juega bien». El once valencianista, condicionado por el estado físico de Gabriel Paulista, formará con el 5-3-2 habitual en los últimos encuentros.

Ninguna duda, por el contrario, en la alineación bética, en la que acaso cabe esperar una sorpresa sentimental si Pellegrini opta por sacar de titular a Joaquín. Más allá de que Sergio Canales actúe junto a los mediocentros o más adelantado, los verdiblancos son un equipo de acusada personalidad, que rara vez cambia el paso sin importarle el rival ni la enjundia del partido. El entrenador chileno quiso aplacar la polémica al esclarecer que «lo único» que dijo del Valencia «es que tiene un estilo definido y distinto al nuestro», pero puntualizó que «todos los estilos son aceptables, no sé a qué manifestaciones se puede referir Bordalás». No hagan caso a los apaciguadores: el ambiente en la banda será volcánico.