17 años después de La Romareda

El ex arbitro Esquinas Torres habla claro: "El protocolo es un paripé y una vergüenza que protege a los racistas"

Los graves insultos ha Vinicius han traído la memoria el incidente racista de Samuel Eto'o en La Romareda que arbitró el ex colegiado

Eto'o amagó con abandonar La Romareda cansado por los gritos racistas
Eto'o amagó con abandonar La Romareda cansado por los gritos racistasArchivo

El incidente racista de Samuel Eto'o en La Romareda está en la mente de todos tras la gravísima situación vivida por el futbolista del Real Madrid, Vinicius Jr. en Mestalla. Un lamentable suceso que ha vuelto a poner sobre la mesa la pasividad del fútbol español con ese tipo de comportamientos.

El que fuera delantero del FC Barcelona Samuel Eto’o protagonizó hace 17 años uno de los primeros gestos públicos en el mundo del fútbol contra el racismo en los estadios. El 25 de febrero de 2006, tras escuchar insultos racistas en Zaragoza por parte de un sector de la grada de La Romareda, Eto’o se negó a jugar más y advirtió al colegiado que no continuaría jugando si proseguían los insultos hacia su persona.Corría el minuto 77 de partido y el marcador todavía reflejaba el 0-0. Eto’o, molesto por la actitud racista de un grupo reducido de seguidores situado en la portería que defendía César en la segunda mitad, optó por plantarle cara a la xenofobia. “No juego más, no juego más”. Con estas palabras, y completamente decidido, se marchó buscando el túnel de vestuarios después de que algunos energúmenos le insultaran y le lanzaran algún objeto cuando se disponía a rematar un córner. Pese a que el colegiado del choque, Esquinas Torres, se dirigió al delegado del Zaragoza para avisarle de que pararía el partido si hubiera algún lanzamiento más, Eto’o no estaba dispuesto a echar marcha atrás a su decisión. Después de varios intentos por dejar el campo, el camerunés finalmente replanteó su decisión gracias a que la mayor parte de sus compañeros le convencieron.

El club aragonés utilizó curiosamente el mismo argumento en su defensa que durante toda la temporada hemos escuchado en relación a Vinicius: "Samuel Eto'o adoptó en algún momento una actitud provocativa hacia el público y eso pudo ayudar a promover los gritos racistas que se produjeron en su contra". El incidente se saldó con una multa de 9.000 euros al club algo que el camerunés conideró a todas luces insuficiente. "Tal vez tendrían que cerrar un año (el campo del Zaragoza) y que se vayan a jugar fuera. Hay que tener mano dura, pero no con dinero. El club no los puede controlar (a los aficionados). Debemos buscar soluciones entre todos, a ver si la justicia ordinaria también puede (ayudar)". Sin embargo, para vergüenza del fútbol español, 17 años después nada ha cambiado, como denuncia el colegiado de aquel encuentro, Esquina Torres.

El excolegiado Víctor Esquinas Torres se ha mostrado tajante en el Partidazo de COPE sobre toda la polémica de Vinicius en Mestalla. "La gestión de De Burgos Bengoetxea no fue idéntica. Lo mío no nace cuando Eto'o señala a dos personas. Eran más de 500 en un fondo ultra de La Romareda al unísono orquestando el grito del mono. La reacción fue de irse".

Los políticos no hacen nada

"Han pasado 17 años y no ha cambiado la legislación. El protocolo que tenemos de marzo de 2005 era el que intenté aplicar en 2006. Es un paripé que no vale para nada. Estoy harto de escuchar a los políticos hablar y llenarse la boca con frases contra el racismo pero no cambian la ley", denunció.

"Este protocolo favorece a los racistas porque tienes que pedir por megafonía que se pare el partido. En el siguiente nivel tienes que hacer una especie de comité con los capitanes y volver a salir para dar la última oportunidad. Si nos hubiésemos ido todos ese día, todos hubiésemos reaccionado", indicó Esquinas Torres, en El Partidazo de COPE.

"La línea de la Real Federación Española de Fútbol de entonces era dejar que se fuera y sacarle roja. Estamos igual", añadió.

En cuanto a fortalecer la lucha contra el racismo, Esquinas Torres diferenció entre los insultos estándar y los que tienen connotaciones xenófobas.

"No pasa en otro deporte. Jamás he visto eso en un campo de baloncesto. Hago charlas para diferenciar un insulto estándar y lo que es un insulto xenófobo, homófobo o machista que tiene un sustrato cultural muy peligroso".

"En España estamos dando una imagen lamentable a nivel mundial que 17 años después seguimos dándola".

Finalmente, el colegiado afirmó que el "único valiente" ese día fue E'too y que visto con el tiempo él tendría que haber abandonado el campo y suspendido el partido. "Era mi última temporada. Podía habérmelo permitido", admitió.