Atlético de Madrid

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El Atlético se reconoce ante el Getafe (2-0)

Superó el derbi madrileño con goles de Griezmann y Saúl. La pegada diferenció al equipo del de otros partidos y recuperó la firmeza en defensa sin permitir que el rival hiciera daño

Saúl es felicitado por Lucas y Griezmann tras el segundo gol del Atlético / Efe
Saúl es felicitado por Lucas y Griezmann tras el segundo gol del Atlético / Efelarazon

Superó el derbi madrileño con goles de Griezmann y Saúl. La pegada diferenció al equipo del de otros partidos y recuperó la firmeza en defensa sin permitir que el rival hiciera daño.

El Atlético espera a Morata porque necesita un “9”, pero el que marca los goles es el “7”. El equipo de Simeone se agarra a Griezmann para seguir peleando por la Liga sin la necesidad de hacer un fútbol brillante de manera continua. Basta con que la pelota llegue arriba para que aparezca el francés y ponga a su equipo en ventaja. Fue Thomas el que le puso el balón el ventaja a la espalda de la defensa para que el Atlético comenzara a mandar en el partido. El ghanés se hace más peligroso cuanto más se acerca al área, con sus disparos o con pases como el del primer tanto rojiblanco y la presencia de Rodri como compañero en el mediocentro le libera de preocupaciones por mantener la posición.

Griezmann es el gol rojiblanco, pero no es un especialista y a Kalinic le cuesta marcar. El croata tuvo su oportunidad en la jugada del segundo gol, pero desaprovechó el pase atrás de Lucas mandando la pelota contra el portero del Getafe, David Soria. Saúl estaba atento al rechace para rematar el segundo. El “9” del Atlético abandonó el césped entre aplausos de la afición, que le agradece su entrega aunque le cueste arrimarse al gol. El partido se había convertido ya en un debate en la grada con gritos desde el fondo norte que reclamaban “Menos Morata y más Borja Garcés” que fueron respondidos con pitos por el resto de los aficionados rojiblancos.

Pero no fue Garcés el hombre que sustituyó a Kalinic. Simeone puso a Mollejo en el campo. El canterano ha cumplido 18 años esta semana pero juega sin miedo. Lo primero que hizo al entrar en el campo fue disparar desde fuera del área en busca de un gol que no estuvo muy lejos.

Simeone se ve obligado a mirar hacia abajo porque los fichajes no acaban de llegar y las lesiones no acaban de irse. Mollejo era uno de los cinco canteranos que esperaban su oportunidad en el banquillo junto a Adán y Juanfran, igual que había sucedido la semana anterior en Huesca.

Pero el Atlético sobrevive a los golpes físicos y a los morales. La respuesta después de la eliminación en Copa contra el Girona con despistes impropios de la personalidad del equipo rojiblanco han sido dos victorias sin encajar goles. Además, consiguió que el Getafe pareciera un equipo vulgar. Jorge Molina y Ángel apenas tuvieron oportunidades de llegar hasta Oblak. El veterano delantero fue sustituido en el descanso por Mata. Igual que Godín en el Atlético. El capitán rojiblanco dejó su sitio a Juanfran, que demostró que todavía tiene fuerzas para crear peligro por la banda, aunque sea en la izquierda. Después de una carrera suya hasta la línea de fondo que terminó en córner llegó la mejor jugada del Atlético en toda el partido. Una combinación entre Rodri y Saúl, que devolvió la pared al mediocentro y lo dejó solo delante de Soria. A Rodri le sobró confianza -se vio celebrando el gol antes de marcar- y le faltó claridad para superar a David Soria. La jugada es la muestra de que no todo córner que se saca en corto tiene por qué ser una oportunidad perdida. Ni siquiera para el Atlético, que durante años vivió de la precisión en las jugadas a balón parado.

El Getafe no tenía respuestas para frenar al Atlético. Y tuvo menos aún en los instantes finales, cuando fue perdiendo jugadores hasta quedarse con nueve. Primero fue Djené el que se marchó expulsado por dos amarillas y, con el tiempo ya cumplido, fue el ex rojiblanco Leandro Cabrera el que tuvo que salir del césped. Pero el trabajo del Atlético ya estaba hecho.