Fútbol

El Barcelona gana al Alavés, pero no espanta las dudas (2-1)

A los 18 segundos, el Alavés se adelantó. Lewandowski remontó el encuentro con un golazo de cabeza y otro tras un absurdo penalti

Barcelona's Robert Lewandowski scores his side's second goal during the Spanish La Liga soccer match between Barcelona and Alaves at the Montjuic stadium in Barcelona, Spain, Sunday Nov. 12, 2023. (AP Photo/Joan Monfort)
Spain Soccer La LigaASSOCIATED PRESSAgencia AP

No escarmienta el Barcelona pero sí reaccionó en la segunda parte ante el Alavés para remontar y sacar una victoria (aquí puede ver alineaciones y ficha técnica) que en caso de no producirse le hubiera supuesto muchos quebraderos de cabeza justo antes del parón de selecciones. La capacidad goleadora de Lewandowski, que marcó un golazo de cabeza, y un penalti absurdo de Abqar a Ferran Torres permitieron al Barça dar la vuelta a la situación. La pena máxima fue respiración asistida para los azulgrana, porque Ferran se iba hacia un costado, alejándose del peligro, pero el central midió mal y se lo llevó por delante sin discusión.

Era complicado encontrar un escenario para salir más motivado que el que encontró el campeón de Liga: después de la derrota en Champions, de los palos recibidos por el pobre juego, contra un rival en teoría inferior y en casa. Se presumía un arranque de partido voraz de los azulgrana y en 18 segundos, sí, 18, ya habían encajado el primero gol, y eso que fueron ellos quienes sacaron de centro. Tiró en largo Iñigo Martínez, le llegó el rebote a Gündogan, que perdió el esférico ante Guridi, al que el alemán persiguió sin éxito y sólo vio cómo se la cedía a Javi López para que este centrara al área y Samu se adelantara a Iñigo para marcar. 18 segundos.

La cara de Xavi lo decía todo y la reacción en el campo no tardó en llegar. Fue el Barça un equipo desesperante en la primera parte, sin profundidad por las bandas ni velocidad en el pase. Con mucho balón, pero con pocas ideas. Los centros de Cancelo desde la izquierda, con la pierna derecha, iban pasados, los regates no le salían a Lamine Yamal, Pedri se estrellaba contra los rivales con las conducciones y acababa perdiendo balones y protestando al árbitro, a Fermín no lo encontraban, Joao Félix lo intentaba por su cuenta y Lewandowski estrelló contra Sivera la única que tuvo.

Cambio en la defensa

El Alavés estaba hasta cómodo y además no renunciaba a salir a los espacios. Samu tuvo otras dos clarísima, una tras un desajuste defensivo tremendo en el que Cancelo primero rompió la línea de fuera de juego y después falló al intentar quitarle el balón; la tiró fuera el delantero, como después, cuando ganó la pelea cuerpo a cuerpo con Koundé, que tenía ventaja y la perdió. Tras esa acción Xavi no esperó para poner al francés de lateral y a Araujo, su mejor defensa, de central para vigilar al gigante del Alavés, que estaba sembrando el pánico.

Entre el murmullo de Montjuïc, en parte incrédulo por lo que estaba sucediendo, se llegó al descanso. El Barcelona no es que estuviera negado, es que estaba nervioso, apresurado, infiel a la idea que en teoría tiene que defender. El Alavés mandaba sin dar una mala patada: sólo una falta en la primera parte.

No es que el Barça volviera del descanso transformado en un equipo espectacular y poderoso, pero sí tuvo más decisión en buscar el triunfo y logró que su rival se encerrara atrás definitivamente. Cortados los contragolpes alavesistas, el duelo se convirtió en un ida e ida. Cancelo fue el que más espíritu ponía, aunque curiosamente la asistencia llegó por el otro lado, de la bota derecha de Koundé. El giro de cabeza y el remate de Lewandowski fueron categóricos. Un golazo. Tampoco hubo quien le quitara la pelota de las manos cuando se pitó el penalti. Era para él sí o sí y lo mandó dentro. Quedaban diez minutos en los que Kike García puso incertidumbre con un par de remates. Con el 2-1 volvieron unas pequeñas dudas al Barcelona.