El campeón y un amigo

El Madrid comienza su competición favorita frente a la Roma, sin olvidar la remontada con la que el conjunto italiano eliminó la temporada pasada al Barcelona.

A veces, en sus mejores momentos, se intenta comparar el fútbol, con cualquier obra maestra, como si su placer visual fuese igual al placer que se produce al ver un cuadro o un poema. Pero uno no va al fútbol al igual que marcha al Museo o abre un libro. Al fútbol no se va con sentimientos puros, no se va a ser iluminado, enseñado o trascendido: se va a disfrutar, pero también a ver sufrir; se va a ganar, pero también a que el rival pierda y lo pase lo peor posible. Cuando el Tenerife le quitó dos Ligas al Real Madrid en el último partido, en Barcelona organizaron al principio de la campaña siguiente un Trofeo Joan Gamper pensado sólo para hacer un homenaje al equipo que tantas alegrías les había dado. No es que ganaran esos campeonatos por sus victorias, es que las perdió el Real Madrid y quizá fuese eso lo que de verdad les producía placer a los aficionados azulgrana.

Hoy el Real Madrid comienza su competición preferida y lo hace frente a la Roma, un equipo que la temporada pasada, sin enfrentarse al Real Madrid, le dio una de las alegrías más grandes de la temporada. La remontada de Roma en su campo echó al Barcelona de la Champions y eso se ha ido recordando estos días en las redes sociales y a ver cómo reacciona hoy el Santiago Bernabéu cuando en el videomarcador se nombre a Manolas, autor del último gol, el que eliminó definitivamente al conjunto de Valverde.

El Roma es el rival de hoy, pero se le va a recibir, al menos, desde el punto de vista de los aficionados, con agradecimiento por los servicios prestados. Es un rival, pero también es un amigo, alguien que te ha hecho un favor que no esperabas.

Aunque el conjunto italiano no es el mismo equipo que acabó tan bien la Champions la temporada pasada. Está empezando y le falta por hacerse aún. «Sabemos que tenemos que hacerlo mejor. No es fácil comparar este equipo que empieza la temporada con el que se enfrentó al Barcelona en abril. No hemos empezado bien, pero esperamos hacer una buena temporada», decía ayer De Rossi en el Bernabéu. «Dejó fuera al Atlético en la liguilla el año pasado, después al Barça y fue semifinalista. La plantilla es más amplia, está mejorada, con el mismo entrenador. Espero un rival más fuerte que el año pasado. Eso nos va obligar a hacer un grandísimo partido», explicaba Lopetegui, que no quiere que su equipo se contagie del posible ambiente de hermandad entre dos conjuntos que ya están jugándose cosas serias.

«La Champions significa orgullo, responsabilidad porque el Madrid siempre tiene responsabilidad en todas las competiciones y luego mucha ilusión por una competición que no voy a explicar lo que supone la Champions para el Madrid», continuaba ayer el entrenador madridista. El listón no puede estar más alta para Julen. El conjunto blanco lleva tres temporadas seguidas reinando en Europa y ahora la afronta sin Cristiano Ronaldo, su máximo goleador: «Es pronto para decir si el Madrid es mejor o peor sin él», decía ayer Di Francesco. «A mi me gusta Asensio, pienso que es el futuro del Real Madrid por su cualidades individuales. Él no es Ronaldo pero trabaja para el equipo. Pienso que sin Cristiano ellos son ahora más equipo. Hay que recordar que el Madrid siempre ha sido conocido como el Real Madrid, no como Real Ronaldo».

El futbolista portugués juega hoy en Mestalla, mientras en el Santiago Bernabéu, Julen Lopetegui tiene que seguir tomando decisiones después del empate agridulce en Bilbao. Mientras que en ataque apenas hace cambios, en el centro del campo sigue buscando la mejor combinación: «Las decisiones las tomas pensando en cómo afrontar cada partido. Tenemos más alternativas. Ahora tenemos 7 partidos en tres semanas e iremos buscando soluciones con la confianza de que tenemos un buen fondo de armario y de que podemos utilizar alternativas», dice el entrenador del Real Madrid.