Madrid
El Calderón repite final de la Copa del Rey
Sólo el Atlético de Madrid, que parte con ventaja en la elección, y Andalucía (La Cartuja) han pedido a la Federación Española de Fútbol organizar el último acto de la Copa del Rey
Sólo el Atlético de Madrid, que parte con ventaja en la elección, y Andalucía (La Cartuja) han pedido a la Federación Española de Fútbol organizar el último acto de la Copa del Rey
Lo seguro de la Copa es que la final es el 27 de mayo, que la disputan Alavés y Barcelona, que los de la mala educación, los de siempre, garantizan la silbatina al Rey y al Himno, que la directiva del Barça, en aras de la libertad de expresión, no moverá un dedo por evitarlo y que a día de hoy sólo hay dos peticiones oficiales en sede federativa para organizarla: una, del Atlético de Madrid, y otra, de Andalucía, autonomía que la ha pedido para darle algún sentido a La Cartuja. En cuanto a lo probable de esta edición, que este lunes, 13 de febrero, en la reunión de la Comisión Ejecutiva de la RFEF es posible que se decida la sede, y que el campo designado va a ser el Vicente Calderón.
El Alavés ha lanzado un comunicado en el que apuesta por jugar la final en San Mamés. El Barcelona no ha movido ficha, se deja querer y no descarta el Camp Nou, a fin de cuentas el recinto con la mayor capacidad de España: 99.354 espectadores. Los mensajes han llegado también al Bernabéu y el presidente Florentino Pérez ha atajado la cuestión, para que no haya malos entendidos: «Estamos en obras».
Descartado el coliseo madridista, el Athletic no va a corresponder al deseo de sus vecinos porque tres días después de la final hay concierto en San Mamés. Con lo que las candidaturas se reducen. El Alavés, con 16.000 socios, no está dispuesto a jugar su histórica primera final de Copa en «campo enemigo», como hizo el Athletic, con muchos seguidores más en sus filas, hace dos años.
La Federación no va a cambiar el criterio de selección que ha mantenido hasta la fecha. Excepcionalmente avanzó en su día que el Bernabéu acogería la final por coincidir con el centenario del Real Madrid. Todo un homenaje. Según avanzaba el anfitrión en la competición, las críticas afloraron. Se pensó, con razón, que el Deportivo partiría en desventaja, que el campo no era neutral... Y se produjo el «Centenariazo». Jugar en casa no certifica el triunfo.
La temporada pasada, el 11 de febrero se conocieron los dos finalistas, Sevilla y Barcelona; hasta el día 22 no se hizo público el escenario elegido. Durante once días hubo tormenta de opiniones, más que de informaciones veraces, y el Madrid se convirtió en centro de la polémica, sin pretenderlo. La capacidad del Bernabéu era atractivo superior. El club no atendió a la demanda porque estaba reformando los lavabos. Así que la final se jugó en el Vicente Calderón, con capacidad para 54.000 espectadores. La organización asignó 21.000 localidades a cada club finalista y el Atlético se embolsó millón y medio de euros por la organización.
El criterio para esta elección tan delicada es que el estadio disponga de más de 50.000 asientos. En España hay ocho: Camp Nou, Bernabéu (88.044), La Cartuja (60.000), Mestalla (55.000), Calderón (54.907), Lluis Companys (54.000), San Mamés (53.289) y Villamarín (51.000). Se considera la procedencia de los finalistas, para optar por un campo neutral, y, por último, la equidistancia, que la ciudad donde se dispute el trascendental encuentro esté lo más próxima posible a los dos equipos contendientes. Rojiblanco y en botella: el Calderón.
Vicente Calderón
Aforo: 54.907 espectadores
Distancia: Hay 360 kilómetros por carretera entre Vitoria y Madrid y 627 entre Madrid y Barcelona
La Cartuja
Aforo: 60.000 espectadores
Distancia: Hay 823 kms. por carretera entre Vitoria y Sevilla y 1.015 entre Sevilla y Barcelona
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