El gol huye de España

Soldado, Negredo y Llorente se han marchado a jugar a otros países. Villa es el único delantero de «La Roja» que queda en la Liga.

La realidad se empeña en discutir la sensación de que España sigue siendo la mejor Liga del mundo. Si descontamos a Real Madrid y Barcelona, el español es un campeonato incapaz de retener a sus estrellas. Vende «cracks» y ficha promesas a un ritmo que no hace mucho asociábamos a ligas como la portuguesa, la holandesa o la belga. El mejor ejemplo son los delanteros. Fernando Torres se marchó hace tiempo porque el Atlético se le quedaba pequeño. El «Niño», entonces, en el verano de 2007, era la excepción. Ahora, la excepción es Villa, el único de los delanteros que ha disputado un gran campeonato con España en los últimos cinco años y continúa en la Liga. El Atlético ha sido su refugio. «Me han dado en una semana el cariño que no me han dado otros», dijo para explicar su fichaje. Todo a cambio de un traspaso a precio de mercadillo, dos millones de euros por el máximo goleador de la historia de la Selección.

Si el Atlético hubiera estado en condiciones de competir por el fichaje de Luis Suárez, no se le hubiera ocurrido fichar al asturiano, que probablemente ahora sería uno más de los españoles en la Premier. Como Soldado y Negredo, que huyeron cansados de la falta de competencia. «La Liga española sólo son Real Madrid y Barcelona», se lamenta Negredo después de fichar por el City. El Sevilla ya no es ese equipo capaz de discutir con los grandes en España y de pelear por los títulos en Europa. Esta temporada juega en Europa después de que la UEFA inhabilitara a Málaga y Rayo por motivos económicos. Fue noveno en la pasada Liga. Demasiado poco para el máximo goleador español en dos de las tres últimas temporadas. Insignificante para un campeón de Europa con España.

«Me marcho porque no confío en el proyecto. Creo que el presidente ha contado muchas mentiras», argumentó Soldado cuando iba camino de Londres para firmar por el Tottenham de Villas-Boas. El Valencia, que se había acostumbrado tanto a ser tercero que sus aficionados pitaban a Emery por clasificar un año detrás de otro al equipo para la Liga de Campeones, tendrá que conformarse este curso con la Liga Europa. Soldado deja treinta millones en Mestalla y un agujero negro que Hélder Postiga no parece capaz de llenar.

El caso de Llorente es distinto. El riojano huye de una situación insostenible en el Athletic, donde vivió en el banquillo la última temporada. Él es la última prueba de que los goles españoles han huido de la Liga.