Real Madrid

Vigo

1-3 Gran victoria, enorme derrota

Un sólido Madrid afianza el liderato con un encuentro muy serio en el campo del Celta, un equipo que nunca se rindió

El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo (i) pelea un balón con el defensa del Celta Sergi Góme
El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo (i) pelea un balón con el defensa del Celta Sergi Gómelarazon

Un sólido Madrid afianza el liderato con un encuentro muy serio en el campo del Celta, un equipo que nunca se rindió

Con dos goles en contra y cuando te echan a un jugador, lo más fácil, si juegas contra el Real Madrid, es rendirte. Es lo que hacen todos. Dan la tarde por perdida y lo que intentan es minimizar los daños, que pase el tiempo sin que la herida sea mayor. Nadie te lo echará en cara después, incluso te felicitarán por haber sido prudente, por no arriesgar, por no tener fe en los imposibles. El Celta de Berizzo no es de ésos. Al revés, fue como si la rabia de la expulsión de Cabral le hubiese dado oxígeno para atreverse con todo. «Reaccionamos a un partido que se había torcido», explicaba su técnico. Al equipo de Benítez el verse con uno más y con todo, en apariencia, tan controlado le sentó fatal. Perdió el orden y la sobriedad que había mostrado hasta entonces, le llegó todo el cansancio encima. Los delanteros no volvían con facilidad y los cambios desordenaron más que ayudaron al equipo. El Celta empujó y empujó y Nolito encontró el hueco que no había dejado Navas en la primera mitad. Cuando sufrió el equipo antes del descanso, el portero de Costa Rica sacó manos de un lado para otro, cegando cualquier opción. Sólo en la segunda parte, el delantero del Celta colocó la pelota en la escuadra para asustar al Madrid. Lo hizo y el líder pasó un rato más que malo, viendo cómo el tiempo pasaba lento. Tenía la victoria en el bolsillo y sufrió. Quizá así sepa mejor, quizá así se le dé el valor que tiene. «El equipo ha sabido sufrir ante un rival invicto», decía Benítez al acabar el encuentro, evidentemente satisfecho.

Era una semana terrible para el Madrid, o eso parecía, pero se ha encontrado con su mejor versión, pese a las bajas, pese a las críticas que ha ido recibiendo su técnico y pese a los últimos minutos ayer. «Hay que estar satisfechos y analizar lo que no hemos hecho bien y reforzar aquello que sí hemos hecho bien», continuó el entrenador. Ha sido frente a la adversidad cuando el líder de la Liga ha dado lo mejor de sí. Ha aprendido que tiene que ser solidario, jugar juntos y correr todos para todos. Hacer lo que hace Lucas Vázquez, es decir, dejarse el último aliento para aprovechar las oportunidades que va a tener. Para jugadores como él y como Jesé se han abierto las puertas con las bajas de los titulares y han demostrado que están listos para competir en cualquier escenario y frente al rival que sea.

Sabía el Madrid contra quién se la jugaba. Por Vigo pasó el Barcelona y vivió una pesadilla, porque el Celta es capaz de volver loco a cualquier defensa, con Orellana y Nolito encendidos y regateando a todo el que le sale a hacer frente. Lo conocía Benítez, que pidió un esfuerzo extra a sus hombres de banda. Sobre todo a Lucas Vázquez, que tenía que echar una mano a Danilo para poner más dificultades a Nolito. Y los dos jugadores de banda del Madrid, además, tuvieron fuerza para llegar con claridad al ataque y romper al conjunto local, tan eléctrico arriba como poco consistente cuando defiende.

Sin parte de sus jugadores principales, el equipo de Benítez ha apostado por otro estilo, menos profundo, más paciente y ocupando más espacios en el centro del campo para dominar el balón y la situación cuando no lo tenga. En Balaídos controló la situación casi todo el tiempo, hasta que se vio con un jugador más. La ausencia de Isco fue la gran sorpresa en una alineación en la que Benítez premió el buen trabajo de Lucas Vázquez y Jesé ante el PSG. Ambos se pegaron a las bandas y el Madrid formó con cuatro defensas, Casemiro, cuatro centrocampistas delante de él y Ronaldo solo en punta. Es un equipo equilibrado, que se fía de Casemiro para empezar a jugar. Ha encontrado el Real Madrid el traje con el que más a gusto se siente. Le falta aún afinarse, no depender tanto de Navas. Pero ha pasado por París y por Vigo y en vez de rasguños, sigue líder y con la autoestima por fin reforzada.

Ficha técnica:

1- Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Wass (Radoja, min.66) Augusto Fernández; Orellana (Guidetti, min.81), Tucu Hernández (Planas, min.84), Nolito; Iago Aspas.

3- Real Madrid: Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric (Nacho, min.79); Lucas Vázquez (Isco, min.60), Jesé (Cheryshev, min.69) y Cristiano Ronaldo.

Goles: 0-1 Cristiano Ronaldo, min.7; 0-2 Danilo, min.22; 1-2 Nolito, min.84; 1-3 Marcelo, min.90

Árbitro: Clos Gómez (colegio aragonés). Expulsó a Cabral (min.56) por doble amonestación. Además, mostró tarjeta amarilla a Tucu Hernández, Iago Aspas, Orellana, Nolito por parte del Celta de Vigo, y a Lucas Vázquez por parte del Real Madrid.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la novena jornada de la liga BBVA disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 28.000 espectadores.

EFE