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¿Está España K. O. tras su ridículo mundial?

La Razón
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Ya estamos en la calle; por Pipi Estrada

Necesitaremos mucho tiempo para que se nos borre de la retina el ridículo, triste y penoso, que hicieron nuestros jugadores en el estreno frente a Holanda. A estas alturas, sólo un milagro podría dulcificar la imagen que tuvimos que soportar de ese amago de equipo que fueron los actuales campeones del mundo y de Europa. Fueron la vergüenza del fútbol mundial y sufrieron una goleada histórica que muchos nunca habíamos vivido en la era moderna y con televisión en color. Estos jugadores sin alma, sin orgullo y pasotas a la hora de defender los sentimientos y la ilusión que había depositado todo un país en ellos, no se merecen nuestro respeto. Nos disteis todo, sí, pero frente a Holanda nos dejásteis desnudos ante el mundo, sin argumentos para defenderos. Se puede perder, porque esto es deporte. Pero siempre con dignidad.

Te has despistado, Vicente

A Del Bosque no puedo hacerle un solo reproche. Ni en lo humano ni tampoco en su gestión deportiva de los últimos años. Has sido único y has sido el mejor, míster. Pero tengo la sensación de que también te ha matado el éxito. Que te he visto más como embajador que como seleccionador. Tu presencia en bodas, bautizos y banquetes, con miles de minutos consumidos en imágenes publicitarias, está muy bien en lo económico. Pero quizá te ha despistado para trabajar mejor y poner todo lo que había que poner para revalidar la estrella. Como hiciste en campeonatos anteriores, con gran éxito y sin parafernalia. Es una sensación, querido Vicente.

Plan Renove

Lo digo con profundo pesar, amigo Damián. Desgraciadamente y por mucho que levantes la voz, no nos vamos a clasificar. Ha llegado el momento del Plan Renove. Hemos sido los mejores, pero contravenir una ley natural no dando la oportunidad a otros jugadores que merecían estar en Brasil nos lleva a recoger los billetes para volver a casa el día 24.

Todavía no nos han mandado a casa; por J. Damián González

La realidad no se puede (ni se debe) ocultar, como resulta imposible maquillar números o engañar a Pitágoras. El batacazo holandés en el partido del estreno mundialista nos ha dejado tocados y casi hundidos, es verdad, pero he dicho «casi». Esa goleada mortificante, brutal, pone las cosas muy cuesta arriba, porque si se gana a Chile el próximo miércoles, luego habrá que rematar ante Australia y aún así aparecerá Sísifo esperando el milagro del golaverage, ese subir una piedra hasta la cima de una montaña y que antes de alcanzarla, la piedra vuelva a rodar una y otra vez. Pero esta generación de futbolistas es la generación de los milagros, Pipi, hombre de poca fe.

Vicente del Bosque

Seis años de éxitos como nunca antes se había visto y una noche de fracaso frustrante, de impotencia máxima, obligan a recordarnos a todos el rico refranero español, esa sentencia que recordé en la noche de autos en El Chiringuito: «La vida es como el grajo, tan pronto estás arriba como estás abajo». Vicente del Bosque heredó una fortuna del recordado Luis Aragonés y no sólo no la dilapidó, sino que la aumentó con el recordado Mundial de Suráfrica y otra Eurocopa, la de 2012. Y me parece demagógico criticar su aparición en actos públicos: no confundas la educación con la dejadez.

Cambios sí; tiros en el pie, no

Soy el primero, que quede bien claro, en admitir que la apuesta que todos los seleccionadores nacionales hacen manteniendo a sus coroneles triunfadores en mil batallas no ha dado resultado y a las pruebas me remito. Admiro y respeto a muchos de estos jugadores, que me han hecho llorar y aviso de que el fútbol es un deporte que te permite revanchas cada tres días. Tocan cambios profundos, duros, y a esperar el milagro en lo que resta de primera fase. Igual nos volvemos pronto a casa o seguimos rumbo a... Curitiba, que diría mi amigo Duro.