Punto débil

Supercopa: El Barcelona y el vértigo que le entra después de ponerse el 1-0

El equipo de Xavi, que se enfrenta al Real Madrid por el título, no sabe vivir sin sufrir cuando se pone por delante en el marcador

Los jugadores del Barcelona se lamentan después del primer empate del Betis en las semifinales de la Supercopa
Los jugadores del Barcelona se lamentan después del primer empate del Betis en las semifinales de la SupercopaHussein MallaAgencia AP

Xavi ha calcado el discurso en todos los partidos después del parón por el Mundial, porque lo que ha sucedido en el campo se ha parecido mucho. «Hemos jugado 30 minutos excelentes». «La primera parte ha sido muy buena». Eso se ha escuchado siempre de la boca del técnico, aunque seguido de un «pero», porque su equipo se viene abajo en el tramo final de la primera parte y no se recupera en la segunda. Han sido cuatro duelos desde el regreso de Qatar y siempre ha habido un 1-0 para el Barça y mucho sufrimiento después: el Espanyol en Liga llegó a empatar y el Atlético no lo hizo por el tacón de Araujo en la línea y las paradas de Ter Stegen. El Intercity llevó en Copa a los catalanes a la prórroga, y eso que hasta tres veces se pusieron por delante; y el Betis en la Supercopa lo hizo en dos ocasiones, hasta que los penaltis y Ter Stegen decidieron al finalista. «No sé por qué nos pasa», confesó Xavi, que se mostró «decepcionado» con la segunda mitad de su equipo ante el Betis y lo demostró con un tremendo cabreo cuando se reunió con sus jugadores: «Estamos todos parados, todos parados. Me cago en mi puta madre. Vamos, que es un título», gritó el preparador.

La calidad individual acaba resolviendo los errores en el funcionamiento de grupo cuando llega el colapso. Antes de él, el Barça se parece a la versión que persigue. Contra el Espanyol, el Atlético y el Betis fue arrebatador durante esa primera media hora, y ante el Intercity, dominador con mucha autoridad: velocidad de pelota en los desplazamientos y orden en la presión muy adelantada para prácticamente no dejar jugar al rival, no dejarlo salir de su campo. Pero después del gol algo cambia. También la actitud de los rivales, que se van más arriba y en demasiadas ocasiones el Barcelona se apaga. «Hemos tenido demasiadas pérdidas innecesarias», dijo Xavi del duelo contra el Betis. «Debemos tener más alternativas cuando nos presionan alto», analizó el día del Metropolitano. Las pelotas en largo se multiplican, balones rifados que suelen caer en el contrario. Y en la final le espera al Barça un rival, el Real Madrid, que aunque no atraviesa su mejor momento suele castigar con dureza esas equivocaciones, como ya se vio en el encuentro de Liga en el Bernabéu. Pedri habló de «relajación después del gol» y Xavi de que tiene a muchos jugadores jóvenes. El caso es que al Barça le falta cuajo colectivo para vivir tranquilo con ese marcador corto.

Por mucho que los entrenadores resten importancia a la Supercopa, el torneo menos importante de los que se disputan, un Clásico es un Clásico, que diría Rajoy, y puede afectar al ánimo para lo que viene. En el caso del Barcelona, además, sería conquistar el primer título a las órdenes de Xavi, un refuerzo que le vendría bien.