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El Barcelona, un líder que gana encogido al Atlético (0-1)

Un gol de Dembélé en la primera mitad dio la victoria a los azulgrana, que comenzaron arrollando y terminaron encerrados

El Barcelona aprovechó un error del Atlético en el momento de contener a Pedri para llevarse la victoria del Metropolitano. El canario, que estaba rodeado por tres futbolistas rojiblancos, se encontró de repente con una autovía por delante. Barrios se desentendió de él porque se marchaba hacia el lado que vigilaban Koke y Griezmann, pero ninguno de los dos se hizo cargo de su custodia y el «8» azulgrana aprovechó para encarar el área. Allí encontró a Gavi; Gavi a Dembélé y Dembélé, el gol.

Llegó a tiempo el gol para los azulgrana, que acabaron diluidos en el campo, devorados por la presión del Atlético y, quizás, por el ambiente. Hierve con facilidad el Metropolitano en ocasiones como ésta, cuando cada decisión del árbitro es susceptible de ser considerada una ofensa y se puede ver como una oportunidad para subir los decibelios.

Parecía fácil el partido en el momento del gol para el Barcelona, que dominaba al Atlético y apenas le dejaba escaparse de su campo. El equipo de Simeone aguantaba contenido sobre todo por Reinildo, que se encargaba de despejarlo casi todo. El dominio era abrumador y el partido parecía resuelto para el equipo de Xavi. Busquets manejaba el centro del campo a su antojo y el Atlético parecía un rival menor.

Pero el Barcelona parece incapaz de mantener la excelencia durante un tiempo prolongado y el orgullo del Atlético tampoco le permite sentirse dominado durante mucho tiempo. Se fue a presionar, a buscar al Barcelona y los azulgrana se hicieron pequeños.

No fueron muchas las veces que tuvo que parar Ter Stegen. Y ninguna tan necesaria como la que que hizo Araujo a Griezmann con el pie con el partido ya en los minutos de añadido. El remate del francés superó al guardameta alemán, pero el uruguayo desvió la pelota sobre la línea y permitió que su equipo acabara disfrutando de una victoria que, posiblemente, no merecía.

Griezmann había tenido ya una ocasión en la primera mitad que Ter Stegen, entonces sí, desvió de manera espectacular. Y Llorente otra que pegó en la red por fuera. El Atlético se acercó durante muchos minutos al empate, pero no fue capaz de atraparlo.

Pero el trabajo hasta llegar al gol lo hizo. Koke, Llorente y Barrios se impusieron al centro del campo del Barcelona, en el que De Jong no funcionó como guardaespaldas de Busquets.

Era mayor la intensidad de los rojiblancos. Y también su fútbol. Simeone dejó a Morata en el banquillo para aprovechar la movilidad y la capacidad para sorprender de Joao Félix y Griezmann. Xavi, ante la ausencia del sancionado Lewandowski, situó a Ansu Fati como referencia, con dos extremos que eran Dembélé y Balde.

Pero el francés acabó siendo el único argumento ofensivo del Barcelona. El estilo no se negocia en los azulgrana, se supone, pero Ter Stegen no se cansó de dar pelotazos en busca de alguna carrera de Dembélé que pudiera sentenciar el partido. Cerca estuvo el «7» barcelonista, pero su velocidad es muy superior a su puntería. Y el Barcelona acabó resistiendo como podía el resultado.

El partido se fue embarrando y la tensión subía por momentos hasta que Savic y Ferran Torres acabaron convirtiendo el partido en un espectáculo de lucha libre estadounidense. Terminaron enzarzados en una pelea absurda que los sacó a los dos del campo antes de tiempo. No dudó Munuera Montero en expulsar a los dos.

Fue la culminación del breve partido de Ferran, que entró en lugar de Ansu Fati en la segunda mitad y acabó estropeando cada jugada en la que participaba.

Con diez el sufrimiento para el Barcelona fue igual que con once. La única diferencia es que ya quedaba menos tiempo y los tres puntos estaban más cerca. El Atlético ya tenía en el campo a Lemar, un socio más para los de arriba, y a Correa, que fue el que dio el pase a Griezmann en la jugada que pudo haber valido el empate.

Pero no llegó la igualada y el Atlético ya ve demasiado lejos la Liga, sin más opción que asegurar la Champions. El Barcelona disfruta después de sufrir.