Balón de Oro
Gabinete de crisis
El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, acudió ayer a Valdebebas para hablar con la plantilla y el cuerpo técnico tras la goleada del Atlético.
Son pocas las veces que Florentino Pérez en una temporada se acerca a los entrenamientos, consciente de que es coto exclusivo del trabajo de los técnicos y jugadores. Suelen contarse con los dedos de una mano: para dar ánimo antes de un partido clave del curso (como las semifinales de Liga de Campeones ante el Bayern el pasado año), tras un título (como la Copa del Rey en sendas ocasiones los últimos tiempos) o cuando las cosas van mal y el dirigente pretende insuflar de confianza al primer equipo en el siguiente tramo de la campaña. Y hoy, era éste el caso.
Florentino Pérez está enfadado por la abultada derrota en el Vicente Calderón, pero más aún por la imagen mostrada y el inoperante juego desplegado. El presidente quiere explicaciones de porqué este equipo, capaz de 22 victorias consecutivas, ha dado un giro de 180 grados desde la vuelta de Navidades. Algo que debe preguntarle a Ancelotti y sus ayudantes.
Al margen de las muchas lesiones que asolan a la primera plantilla, el presidente quiere saber de boca de los jugadores el porqué de los problemas de concentración en ciertos tramos de los partidos o el desequilibrio defensivo que está mostrando el equipo y la falta de ayudas en esta faceta del juego. Expresó, además, su decepción por la eliminación en la Copa del Rey y las continuas derrotas ante el Atlético.
A pesar de lo que se pueda pensar, Florentino Pérez pidió más explicaciones de lo deportivo que de lo extradeportivo, en referencia a la celebración del 30 cumpleaños de Cristiano Ronaldo postderrota en el Calderón. Es un asunto que abordará personalmente con los asistentes y no hoy con la plantilla al completo, una vez que Ancelotti, Sergio Ramos, Casillas y el resto de españoles no acudieron.
Lo tratará, sobre todo, con Cristiano, como actor principal. Florentino Pérez transmitirá la necesidad de ser más discreto por lo inoportuno de la imágenes que han visto la luz en el momento menos indicado. Al presidente no le ha molestado tanto que celebrase una fiesta de cumpleaños que ya tenía organizada sino el que no haya sido cauto para evitar que se radiase la fiesta y la afición se haya sentido molesta.
Como muestra de ello, hubo aficionados que quisieron recibir a los jugadores hoy en Valdebebas con una pancarta en la que se podía leer: «Vuestra risa, nuestra vergüenza». Ninguno paró, gestos serios de los futbolistas conscientes del enfado de los madridistas y de que les esperaba gabinete de crisis con el presidente.
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