Iker, cambia esa cara

Esperábamos con ilusión y orgullo de campeones el comienzo del Mundial, con ventanas y balcones de nuestra geografía engalanados con la bandera de España. Pero el viernes 13 fue un día negro en la historia de la Selección. Tras una derrota así lo primero que se hace es buscar culpables. El claro damnificado es el mismísimo Iker Casillas, que saboreó ante Holanda el amargo papel del villano, cuando casi siempre ha sido el héroe.

Sin relevo en la portería

En el fútbol hay que analizar con la cabeza fría y no dejarse arrastrar por las primeras impresiones. El capitán fue una caricatura del mejor portero del mundo. Si nos apoyamos en este partido, o en su actuación en Lisboa, vemos que no atraviesa su mejor forma y ya hay quien exige un relevo. ¿Debe sentarle Del Bosque, o seguir confiando en él? Por su trayectoria excepcional, el seleccionador irá con sus ideas hasta las últimas consecuencias y nuestra portería tendrá el mismo inquilino ante los chilenos.

Infranqueable a las críticas

Los porteros, por su posición y por la gran presión a la que que son sometidos, necesitan una gran fuerza mental, similar a la de grandes tenistas como Rafa Nadal. Iker tiene que ser infranqueable psicológicamente para aislarse de las críticas y comenzar a preparar mentalmente la final ante Chile. Entrenar fuerte. Recuperar viejas sensaciones. Cambiar el semblante, la mejor expresión de su estado anímico. Y comprender que su defensa y el resto del equipo tienen una fe ciega en sus cualidades. Sin duda, es el mejor aval para un portero.

Iker: de ti necesitamos ese talento extraordinario y esa fortuna que siempre te acompaña en los momentos más difíciles para seguir avanzando. Y no retiren las banderas de sus ventanas. Hay que creer en esta Selección y sentirnos orgullosos de nuestro fútbol.