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Polémica

Iker Casillas: "Me podéis comer los huevos, de uno en uno"

El ex portero del Real Madrid no ha podido más y ha respondido a una nueva falta de respeto en las redes

Iker Casillas ha explotado en las redes EUROPAPRESS

Iker Casillas ha vuelto al centro de la polémica, esta vez no por una parada imposible ni por una foto nostálgica en el Bernabéu, sino por un vídeo bailando junto a una influencer y, sobre todo, por la manera en que respondió a quienes lo criticaron. El que fuera símbolo de serenidad bajo los tres palos ha decidido colgar los guantes de la diplomacia para entrar, sin filtros, al barro de las redes.

Su mensaje, publicado en X, no dejó lugar a interpretaciones:
"La verdad es que me podéis comer los huevos… de uno en uno y siendo ordenados en fila… respetando el turno. Menuda banda de gilipollas hay por aquí… haber admirado a una tortuga, zoquetes".

Un texto que destila abia y cansancio acumulado. Y como era de esperar, el impacto fue inmediato: aplausos por su sinceridad y críticas por lo que muchos consideran un desliz verbal impropio de una figura pública con su trayectoria.

Iker Casillas ha atravesado un terreno espinoso desde su retirada. Las filtraciones, los rumores, las especulaciones sobre su vida privada... todo ha sumado. Y esta vez, lejos de bajar la cabeza o recurrir a comunicados medidos, optó por responder sin miramientos,

Hay quienes ven en este episodio el reflejo de un personaje que ya no tiene nada que demostrar, ni en la cancha ni fuera de ella. Otros, sin embargo, interpretan su reacción como una muestra de descontrol ante la exposición permanente que impone la vida digital. Sea cual sea la lectura, hay algo claro: Casillas ha dicho basta.

En una época donde cada gesto se convierte en titular y cada palabra puede ser arma o escudo, el exguardameta ha elegido plantar cara, renunciando al silencio que durante años fue su escudo. Lo ha hecho con un estilo bronco, directo y provocador, dejando claro que no está dispuesto a seguir encajando golpes sin responder.

Porque incluso los más grandes, a veces, también se hartan.