Obituario

José Ángel de la Casa, la voz que huía de lo obvio

Sus narraciones llenaron más de 25 años de televisión. Ha fallecido a los 74 años

TALAVERA DE LA REINA, 05/05/2025.- Fotografía de archivo fechada el 24 de mayo de 2018 del periodista José Ángel de la Casa durante una entrevista con la agencia EFE en Talavera de la Reina (Toledo). De la Casa ha fallecido este lunes a los 74 años en el hospital de Puerta de Hierro, en Majadahonda (Madrid). En 2014 anunció que padecía la enfermedad de Parkinson, contra la que estuvo luchando todos estos años. EFE/José Ángel
José Ángel de la CasaJOSÉ ÁNGELAgencia EFE

El fútbol es de los que lo juegan, de los que lo ven y también de los que lo cuentan. Y nadie lo narró como José Ángel de la Casa. En tiempos de gritos se echa de menos su pausa y su manera tranquila de contar. Un narrador académico y escrupuloso que pasó a la historia por un gallo en aquel gol de Señor, el duodécimo contra Malta que dio a España la clasificación para la Eurocopa 84.

«Lo marqué a medias con José Ángel de la Casa y con 20 millones de españoles que lo veían por televisión», recordaba Juan Señor en La Razón a finales de 2023, cuando se cumplían 40 años de aquella hazaña.

«Gracias, José Ángel. Mi entrenador fuera del fútbol en esa otra vida. Metódico, serio, conciso pero eficaz. Entre confidencias, viajes y vida en común pasaron ocho maravillosos años contigo en la universidad de tu manera de narrar y hacer televisión, donde me enseñaste», le ha despedido Míchel en las redes sociales. Un futbolista del que tantos partidos narró y que, probablemente, se convirtió en su mejor pareja televisiva. En el Mundial 94 se les unió José Luis Garci y antes, en el Mundial 90, fue Di Stefano el que estuvo a su lado.

De la Casa narró los Mundiales de fútbol desde 1982 a 2006, justo el último antes de que España fuera campeona del mundo. Un ERE que prejubiló a varias de las voces más conocidas de entonces lo sacó de la televisión pública, pero tampoco podría haber narrado el gol de Iniesta como hizo con el de Señor porque Televisión Española no tenía los derechos.

José Ángel de la Casa Tofiño, el «Tofo» para sus amigos, combinó las narraciones futbolísticas con la dirección de Deportes de RTVE y la presentación de programas como el «Estudio Estadio» original, el que ofrecía los resúmenes de la jornada sin más espectáculo que los goles.

De la Casa huía de lo obvio en sus narraciones, pero antes que el fútbol estuvo el atletismo, una de sus pasiones. Presentó el programa «Tiempo y Marca» en los primeros años 80 y en las narraciones su voz estaba arropada por la de Gregorio Parra, otro mito que desapareció de las pantallas con el maldito ERE.

Pero en el principio de todo, antes del periodismo, estuvo el césped. Fue futbolista en el Talavera, al que llegó desde su pueblo, Los Cerralbos, al que regresó después de su jubilación cuando el párkinson que ya lo atacaba en sus últimos años en TVE se había hecho más evidente.

Antes de que un neurólogo le diagnosticara la enfermedad, él ya sabía que la padecía. Identificaba los síntomas que ya había padecido su padre, que también sufrió la enfermedad y el médico sólo confirmó sus sospechas.

Quizá fue eso lo que le animó a grabar un documental –«Un señor De la Casa», que puede verse en rtve play– en el que explicaba una enfermedad que se manifiesta de maneras tan diversa como enfermos tiene. Los temblores son lo más llamativo, pero a él le preocupaba más la pérdida de equilibrio.

Nunca lo perdió en sus narraciones, que llenaron más de 25 años de televisión. Pudo haber jugado en el Rayo Vallecano, pero eligió el camino periodístico. Puede que se perdiera un futbolista, pero el fútbol ganó una voz que huía de lo obvio. Sin adornos, su voz acompañaba a los espectadores, les enseñaba el camino sin necesidad de explicarles a cada momento dónde están. A él le quedó la pena de no haber podido jugar al menos un minuto con la selección española, a la que acompañó en cientos de partidos.

Ha muerto a los 74 años, pero su leyenda permanece en la memoria. Sólo la pasión pudo al oficio cuando se hizo necesario. Cuando Señor marcó el gol que José Ángel empujó con su voz.