La penúltima debacle de Francia

Los fantasmas de un nuevo fracaso volvieron a aparecer en el Estadio Olímpico de Kiev. La selección francesa cosechó un nuevo fracaso (2-0) ante Ucrania. Y se complica sobremanera su participación en el Mundial de Brasil 2014. El conjunto dirigido por Didier Deschamps dominó el encuentro, pero fue incapaz de superar la defensa amarilla, que no recibe un gol desde el 26 de marzo. Ni el principal candidato al Balón de Oro, Ribéry, ni Benzema pudieron evitar el desastre. Y es que, aunque queda el partido de vuelta, si finalmente no se consigue la clasificación, se podría desencadenar una nueva catástrofe en el seno de los «bleus», como ha sido habitual en los últimos años.

La leyenda negra comenzó el 18 de junio de 2009 cuando una clarísima mano de Henry ante Irlanda, dio el billete a Francia para el Mundial de Suráfrica. Desde ese momento, todo fue a peor. Y durante la cita mundialista se destapó uno de los mayores escándalos del fútbol francés en su historia. El 19 de junio de 2010 y tras dos encuentros sin conocer la victoria, los medios desvelaron que Raymond Domenech, seleccionador de los «bleus», expulsó del entrenamiento a Anelka por insultos hacia su persona. Actos por los que el delantero fue sancionado con 18 partidos sin poder vestir la camiseta de su país. Al día siguiente, Ribéry se enzarzó en una nueva discusión con el preparador físico. Encontró el apoyo de sus compañeros, que ese día decidieron suspender el entrenamiento. El jugador también fue castigado con tres partidos. Llegó el tercer y decisivo encuentro frente a Suráfrica y Francia volvió a cosechar una nueva derrota, que les dejó eliminados sin superar la fase de grupos del Mundial. Y con una crisis interna, que denotaba la necesidad de una profunda renovación de futbolistas, si querían volver a parecerse a la finalista de 2006.

Domenech fue destituido y el encargado de devolver la grandeza a Francia fue un técnico ya contrastado como Laurent Blanc. El ex futbolista ya había triunfado con el Girondins, con el que había conseguido un doblete histórico en la Ligue 1 y les había llevado hasta los cuartos de final de la «Champions». Pero la historia no cambió. Aparentemente la selección volvió a la normalidad, con Ribéry como capitán y las incorporaciones de nuevos futbolistas como Giroud. El fracaso se repitió en la Eurocopa de 2012. Torneo del que fue apeada por España en cuartos (2-0). Blanc planteó el encuentro con una mentalidad demasiado defensiva para una selección de primer nivel mundial y fue duramente criticada por los medios franceses. Volvieron a mostrar una mala imagen a sus aficionados y se suscitó de nuevo el debate sobre el futuro del equipo y su vuelta definitiva a la élite.

El resultado fue igual que en la época anterior. Laurent Blanc fue cesado y Didier Deschamps fue presentado como nuevo seleccionador el 9 de julio de 2012. El objetivo seguía siendo el mismo. Renovar el equipo y volver a construir una selección ganadora, a la altura de sus predecesores. Pero está otra vez al borde de consumar una nueva debacle. Y es que, tras ocupar la segunda posición del Grupo I por detrás de España, ha tenido que afrontar la repesca, ante Ucrania. Es una selección técnicamente inferior, pero que ha vuelto a complicar su asistencia para la próxima cita internacional. «Es posible dar la vuelta al resultado de la ida, jugar la prórroga o incluso los penaltis. Tenemos calidad para ello. Eso sí, como Ucrania marque un gol todo habrá terminado» afirmó el ex lateral francés Lizarazu. «Se trata de jugar con voluntad y con un nivel de intensidad alto» destacó Giresse, ex futbolista galo y entrenador actual de Senegal.