La prueba de Dybala

La Juve, con el argentino en su mejor momento, mide el buen comienzo del Barça. Ya le eliminó en la Champions pasada.

«El año pasado ya pasó», dijo Ter Stegen, con esa lógica aplastante que tienen las frases sencillas. El pasado es el 3-0 que recibió el Barcelona en Turín después de haber eliminado al PSG. Fue una derrota que pinchó toda la ilusión azulgrana, imposible ya de remontar después en el Camp Nou, donde el choque terminó con empate a cero.

Valverde está intentando recoger a ese conjunto caído y levantarlo poco a poco mientras se apaga la guerra entre la directiva y los jugadores. Sabe que tiene a Messi enchufado y que así es más sencillo navegar y sabe también que tras las tres victorias en Liga y la ventaja sobre el Madrid, va a ser la Juve quien mida si el Barça vive una ilusión o está como una moto. «Estamos en muy buen momento, pero eso no significa nada», decía ayer el entrenador.

Valverde no tiene el peso del pasado que sí tienen sus jugadores. «La Juve es un equipo muy potente y está muy reciente la eliminación del año anterior. Salen con el balón bien jugado y cuando no lo tienen hacen una presión alta. Tenemos que superar eso porque tienen argumentos para hacernos daño. Se trata de un partido importante entre dos equipos importantes en Europa y el resultado, por lo tanto, también lo será».

Fue Dybala quien marcó los dos primeros goles de los tres que recibió el equipo de Luis Enrique en Turín. Es Dybala quien comanda a una Juve con muchas bajas (ni Cuadrado, sancionado, ni Sami Khedira, ni Chiellini, Mandzukic y Howedes). A sus 23 años y con el número 10 a la espalda en Italia entienden que ha llegado el momento de madurez, de dar un paso adelante. Ha metido goles en todos los partidos que ha jugado la Juve esta temporada. «Lo que hice el año pasado ante el Barça no se lo esperaba nadie, ahora todos esperan que lo repita, pero no es fácil», decía ayer el delantero argentino.

Valverde dijo que era un buen jugador, pero no quiso especificar más. Dybala es consciente de que en partidos como el de hoy es cómo un futbolista amplia su mercado. Ya este verano pudo ir al Barcelona. «No sé lo que pasó en verano, sería una pregunta para el club. A mí nadie me dijo nada, el club nunca se me acercó para decirme que había una oferta, lo único que me dijeron es que me quieren aquí durante mucho tiempo». Pero en el fútbol los conceptos de poco, mucho o para siempre son relativos: «Lo que puede pasar en un futuro no lo sé», continuaba el futbolista, compañero de Messi en la selección argentina. «Va a parecer raro lo que voy a decir. Es un poco difícil jugar con Messi en Argentina porque jugamos en la misma posición. Soy yo el que debo adaptarme algo más a él y hacerlo sentir bien en la cancha».