La enésima de Piqué

Gerard Piqué lo volvió a hacer. Apenas unos meses después de dar las gracias, durante la celebración del «triplete» azulgrana, a Kevin Roldán, el cantante colombiano que hizo pública la fiesta de cumpleaños de Cristiano horas después de perder 4-0 contra el Atlético y que tanta polémica suscitó, el defensa del Barcelona se acordó otra vez del Real Madrid en los festejos posteriores a la consecución del título. Pedro, el héroe del partido, sostenía la Supercopa de Europa y la cámara estaba centrada en él cuando de fondo apareció Piqué dando palmas y arengando a sus compañeros, según se ve en un vídeo desvelado por «El Chiringuito de Mega». « Vamos chavales, vamos, a celebrarlo. Que se jodan los de Madrid, que nos vean dar la vuelta», gritó el defensa azulgrana.

No es la primera vez que se acuerda del eterno rival en un momento así. Aparte de lo de «Kevin Roldán, contigo empezó todo» del «triplete» de este año, varios fueron sus gestos anteriormente. El día que vencieron al Real Madrid 5-0 en el Camp Nou, en la primera temporada de Mourinho, se fue caminando al centro del campo enseñando la «manita». Tras la consecución del otro triplete, en 2009, cogió el micrófono y no dudó en empezar uno de los cánticos preferidos de la afición: «Boti, boti, boti, madridista qui no boti» (madridista el que no bote).

Esa actitud un tanto infantil no le ha traído nada positivo al defensa del Barça. La última vez que jugó con España, en el Reino de León ante Costa Rica, sufrió una gran pitada, tanto en los entrenamientos como en el partido, de los propios seguidores españoles. Del Bosque ya sabe una de las preguntas que tendrá que responder en septiembre, cuando la Selección se vuelva a concentrar para los importantes duelos de clasificación para la Eurocopa contra Eslovaquia (se juegan el primer puesto de grupo) y Macedonia. Una mala noticia para un equipo que necesita tranquilidad.

Piqué lleva un año en el centro de la polémica. Se queja de que no se le valora sólo por lo futbolístico, que se mira más allá, pero tampoco contribuye a que así sea: la temporada pasada estuvo el incidente del móvil en el banquillo o su desmesurada discusión con la guardia urbana. Anteriormente, durante la celebración del Mundial con España, se le vio escupir a un directivo en el autobús en plena euforia. El último capítulo es el de la Supercopa, una chiquillada prescindible, aunque es cierto, y sin que sirva de justificación, que capítulos así se ha repetido a lo largo de la historia en ambos bandos. Etoo dijo aquello de «Madrid, cabrón, saluda al campeón». A Raúl se le vio cantar: «Barça, Barça, mieeerda».