Real Madrid
Mejor en el área contraria
El Madrid de Zidane ha evolucionado: de estar más seguro cuando defendía atrás, a sentirse muy cómodo con la presión arriba
El Madrid de Zidane ha evolucionado: de estar más seguro cuando defendía atrás, a sentirse muy cómodo con la presión arriba
Zidane jugó muchos años en Italia, con todo lo que supone eso para su aprendizaje posterior, y después, su principal tutor como entrenador fue Ancelotti, junto con quien vivió la Décima. Es decir, la mente entrenadora de Zidane está estructurada a la italiana. Aprendió que tenía que defender para hacer equipos campeones, que había que ser seguro para ser decisivo. Por eso, Casemiro se convirtió en un hombre fundamental cuando el Madrid de Zidane empezó a rodar. Estuvo probando al principio, intentando serenar un vestuario confuso y después, apostó por el brasileño como hombre en el centro del campo. Los tres de arriba, sí, eran inamovibles, pero Casemiro, también. La temporada pasada, al principio, la misión fundamental era sobrevivir. Ése fue el Madrid que viajó al Camp Nou: a no matar allí toda la ilusión. Todos los balones que robó el equipo de Zidane en aquel partido fueron en campo propio, porque pasó más tiempo cerca de su portería que cerca de la del rival. Era una forma italiana de defender, lo que se denomina bloque bajo: todos muy juntos atrás, muy solidarios y sin dejar espacios entre líneas. Había que sentirse seguro para alcanzar la victoria: fue la primera piedra de este Real Madrid.
En el fútbol hay dos formas de defenderse: como hizo ese día en el Camp Nou o apretando al rival arriba. La primera te da más seguridad, pero te exige mucho esfuerzo para llegar al área contraria: tienes que aprovechar tus pocas oportunidades. La segunda manera de defender es más arriesgada: el equipo se va muy arriba y deja la espalda desprotegida, si alguien falla en la presión, todo el sistema se resiente. Pero a cambio, si robas el balón, estás a pocos metros del área rival y es fácil llegar a gol.
Siendo un equipo netamente de bloque bajo, el Madrid conquistó la Champions. No le fue mal. Pero poco a poco ha ido evolucionando. Esta temporada, uno de sus mejores choques fue en el Calderón, donde volvió a robar todos los balones dentro de su campo. Se ordenó bien atrás, refugiándose, pero en ese partido tuvo más protagonismo que en el 1-2 del Camp Nou. Atacó con dominio, no a ráfagas. Fue un pequeño paso en la evolución del equipo. Y en la Copa contra el Sevilla, en la ida, donde se decidió la eliminatoria, se vio el siguiente paso. El equipo se estiró sin miedo, fue a por el rival y le quitó muchas pelotas cerca del portero sevillista. Así nació el primer gol de James. Es un equipo muy trabajado que puede optar por refugiarse atrás o «refugiarse» delante. No tiene miedo a nada. Lo da.
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