España

España se llena de dudas

Ha cumplido el objetivo de ser primera en la fase de grupos, pero quedan muchas cosas que mejorar en el equipo. Especialmente la vulnerabilidad en defensa. Ha encajado ya cinco goles.

Hierro da instrucciones a los jugadores de la Roja en el ensayo de ayer en Krasnodar
Hierro da instrucciones a los jugadores de la Roja en el ensayo de ayer en Krasnodarlarazon

Ha cumplido el objetivo de ser primera en la fase de grupos, pero quedan muchas cosas que mejorar en el equipo. Especialmente la vulnerabilidad en defensa. Ha encajado ya cinco goles.

El final de la fase de grupos sólo deja una certeza, que España es primera de grupo, y un montón de dudas. Se duda hasta del estilo que llevó a España a ganarlo todo. La selección que entrenaban Luis Aragonés y Del Bosque defendía desde la posesión. Si tenía la pelota era imposible que le marcaran gol. Pero en el fútbol, y en la vida, nada es imposible. Y con una posesión que ha superado en todos los partidos el 60 por ciento –y en alguno ha llegado al 70– ha recibido cinco goles.

La posesión abrumadora hace que España defienda muy lejos de su área, con mucho terreno por detrás de Piqué y Ramos. Ellos dos son los únicos que pasan más tiempo en su campo que en el contrario y de ellos Piqué es el que más guarda la posición. Sólo invirtió un 38 por ciento de su tiempo en el campo contrario contra Marruecos. Sergio, el 44 por ciento. Pero incluso los dos laterales, Carvajal y Jordi Alba, se pasan más de media vida en el campo de ataque. Eso hace más complicada la labor de los centrales, con muchos metros que correr hacia atrás. Contra Irán, los números fueron parecidos y aunque la selección de Queiroz no consiguió marcar, sí tuvo varias oportunidades al menos para empatar. Y lo preocupante es que sucedió cuando España ya ganaba, cuando en teoría más fácil debe ser el juego para ella porque el rival se abre y quedan más espacios.

El problema no está en el acierto en el pase, porque sólo uno de los que han sido titulares entre los tres partidos ha bajado del 80 por ciento –Lucas Vázquez contra Irán se quedó en el 61 por ciento–. Pero España no se siente segura. No transmite seguridad desde la portería, donde De Gea sólo ha hecho una parada en todo el torneo. No se muestra sólido entre los palos y mucho menos cuando sale –y sale muy poco–.

Pero las dudas de la Roja no sólo están atrás. Luis Aragonés tenía a Senna en la Eurocopa de 2008, Del Bosque lo sustituyó por Busquets y le añadió a Xabi Alonso en el Mundial y ahora «Busi» juega solo y no está a su mejor nivel. Koke fue su apoyo en el primer partido contra Portugal. Contra Irán y Marruecos no tuvo a nadie que colaborara con él en la protección de la defensa. «Koke es el jugador más posicional, el que más se junta conmigo», decía el centrocampista del Barcelona antes de enfrentarse a Marruecos, pero el futbolista del Atlético continuó en el banquillo. España ha marcado seis goles, una media de dos por partido. Ése no parece el problema, pero se muestra vulnerable en el fondo. Por eso Koke o Saúl son dos juagdores que pueden equilibrar el equipo, pero el segundo no ha debutado y el primero ha ido perdiendo sitio en el equipo. Disputó el partido completo contra Portugal, 23 minutos contra Irán y no jugó contra Marruecos.

«España es otra cosa, lo del músculo no va con nosotros», decía Hierro antes del último encuentro de la fase de grupos. Pero no se trata de músculo ni de no respetar el estilo. Se trata de que la Selección no sea vulnerable.

Aunque arriba también fallan cosas. Silva está desaparecido. Fue el máximo goleador del equipo bajo el mando de Lopetegui con once tantos, pero no se ha hecho notar en el Mundial. No tiene presencia en el juego, que se mueve constantemente hacia el otro lado, el que ocupa Isco. El ataque de España se desequilibra y se hace previsible. La combinación entre Jordi Alba, Iniesta e Isco es la manera más corta que ha encontrado España hasta el área rival. Así llegó por ejemplo, el gol de Isco contra Marruecos.

España perdió a su seleccionador dos días antes del Mundial y se quedó sin referencias. «Julen ya no está y no podemos pensar en él. Estamos ahora con un nuevo cuerpo técnico, estamos todos muy unidos y remamos en la misma dirección que es lo más importante para llegar lejos en un Mundial», decía ayer Marco Asensio. Quedan cinco días para encontrar el camino antes de enfrentarse a Rusia.